tag:blogger.com,1999:blog-2873659020085002702024-03-21T08:27:48.423-07:00Relatos de la historia sudcalifornianaEn esta nueva página del profesor Leonardo Reyes Silva, llamada Relatos de la historia sudcaliforniana, se presentarán anécdotas (con una narración sencilla y amena, además de ilustrativa) de mujeres y hombres que por propia voluntad o por azar del destino se unieron a la historia de Sudcalifornia; estos relatos, siempre entrelazados con referencias históricas, nos permitirán conocer al ser humano que hay detrás del héroe o heroína.
Gerardo Ceja García, editorGerardo Ceja Garcíahttp://www.blogger.com/profile/03857279944800379457noreply@blogger.comBlogger50125tag:blogger.com,1999:blog-287365902008500270.post-74344666722671710842013-04-27T14:15:00.000-07:002013-12-06T21:41:02.051-08:00Pinturas rupestres en Baja California<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgDdwBnkemwfxIbagPw4EiwHdbo7zzCAQ-YIYbWDzkDMc3Sq3aURDkJGa0DaT37HNS1w7o5mrnPxaZGzB1rsU19L9biA1IQu43V3y3UKt_41eg9CYA1AmRMLNOVrOCZ_HYyiA8vRQx7YHM/s1600/Relatos+de+la+historia+50.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgDdwBnkemwfxIbagPw4EiwHdbo7zzCAQ-YIYbWDzkDMc3Sq3aURDkJGa0DaT37HNS1w7o5mrnPxaZGzB1rsU19L9biA1IQu43V3y3UKt_41eg9CYA1AmRMLNOVrOCZ_HYyiA8vRQx7YHM/s1600/Relatos+de+la+historia+50.jpg" height="320" width="179" /></a></div>
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Por Leonardo Reyes Silva<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><a href="mailto:lrsilva@prodigy.net.mx">lrsilva@prodigy.net.mx</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">El historiador y explorador Carlos Lazcano descubrió hace
poco unas pinturas rupestres localizadas en la sierra de San Juan, en el estado
de Baja California. Aunque en sus recorridos ha encontrado y registrado más de
un centenar de ellas en diversos sitios, éstas que encontró en una cueva
presentan una serie de pinturas de color rojo, ocre, negro y blanco, estilo
Gran Mural.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">El mural mide más o menos ocho por tres metros y en él se
encuentran venados, borregos cimarrones y numerosas figuras humanas. Las
pinturas están a cinco metros de altura sobre el techo de la cavidad. A pesar
de su antigüedad aún se conservan en buen estado. “Son hermosas”—dice su
descubridor.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">El descubrimiento de estas pinturas da pie para recodar un
poco las investigaciones que se han realizado en torno al arte rupestre en la
península de <st1:personname productid="la Baja California." w:st="on"><st1:personname productid="la Baja" w:st="on">la Baja</st1:personname> California.</st1:personname>
Y, desde luego decir que los primeros en escribir sobre ellas fueron los
misioneros jesuitas del siglo XVIII, en especial el padre José Mariano Rothea quien
atendió la misión de San Ignacio en los años de <st1:metricconverter productid="1759 a" w:st="on">1759 a</st1:metricconverter> 1768.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">El padre Rothea recorrió parte de la sierra de San Francisco
y desenterró restos humanos de gran estatura. El mismo jesuita escuchó de sus
feligreses varias narraciones acerca de una leyenda sobre la procedencia de los
antiguos californios autores de esas pinturas. Según la leyenda en tiempos
remotos llegaron del norte grupos de extraordinaria estatura que venían huyendo
y se refugiaron en la región montañosa de la península, principalmente en las
sierras de San Borja y San Francisco.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Afirma la leyenda que los cochimíes que ocupaban la región
no eran descendientes de los pintores y que éstos desaparecieron dejando tan
solo su recuerdo en las pinturas y petroglifos existentes en diversos lugares
de la península. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En 1895, León Diguet conoció algunas de esas pinturas y
publicó un informe acompañado de dibujos y fotografías. Cinco décadas después,
en 1951, personal del Instituto de Antropología e Historia reconoció a las
pinturas rupestres de la cueva de San Borjitas, cercana al pueblo de Mulegé. En
esa expedición figuraba el escritor Fernando Jordán quien en sus reportajes en
la revista “Impacto” había dado a conocer la importancia de ese descubrimiento.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Pero fueron el escritor Harry Crosby y el fotógrafo Enrique
Hambleton quienes en el año de 1972 recorrieron la sierra de San Francisco, con
el fin de localizar y catalogar los lugares donde se encontraban las pinturas.
Por cierto, es de gran interés leer los comentarios que Enrique hace de sus
recorridos. Dice en su libro “La pintura rupestre de Baja California”:<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">“<i>A menudo no me era
posible contener mis ansias y, pese a la fatiga debida al constante esfuerzo
por avanzar entre matorrales y rocas sueltas, apresuraba mis pasos… El hecho de
ser uno de los pocos afortunados que han contemplado de cerca estas obras
trascendentales, anula todo recuerdo de inevitables contratiempos, y surge en
mí un sentimiento de gratitud por el privilegio de esa contemplación”.<o:p></o:p></i></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><i><br /></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En las fotografías de las pinturas en las cuevas de la
sierra de San Francisco, aparecen figuras semejantes a las que Carlos Lazcano
descubrió en la sierra de San Juan. Por eso es casi seguro que los dos sitios
fueron ocupados por el mismo grupo primitivo, aunque por la situación
geográfica primero habitaron la sierra de San Juan y posteriormente la de San
Francisco.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En su viaje de exploración, después de caminar seis horas
sobre un terreno con muchos pedregales y despeñaderos, además de todo tipo de
arbustos espinosos, llegó al lugar que buscaban. Trazó en un mapa el sitio y
tomó muchas fotografías tanto de día como de noche. “Por mera protección, --dice
Carlos-- no divulgaré su ubicación ni como llegar a la cueva. Así evitaré que
vándalos lleguen a ella”.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">El descubrimiento de las pinturas rupestres de la sierra de
San Juan es uno más de los muchos que ha logrado Carlos. Y que le han dado
grandes satisfacciones. Él mismo lo dice: “Explorar geografías es parte de mi
amor por la vida. Por eso amo profundamente a la naturaleza, por que convivo
mucho con ella a través de las exploraciones, de los campamentos, del encuentro
con la flora y la fauna, de beber el agua en los mismos manantiales, de caminar
entre las veredas y los cerros, de bañarme en los arroyos”.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">“Estoy convencido —afirma— de que en las escuelas primarias
y secundarias debería incluirse un curso de campismo, donde el alumno aprenda a
tener un verdadero contacto con la naturaleza, y esto le pueda servir para
apreciar más a nuestra Madre Tierra, y sobre todo a defenderla como parte de sí
mismo”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">ESTIMADOS LECTORES: Con este número doy por concluidos los
relatos sudcalifornianos. Fueron cincuenta páginas, y a través de ellas traté
de ofrecer un panorama de algunos de los hechos y personajes que han trascendido
en la historia de Baja California Sur. Doy las gracias al periódico “El
Sudcalifoniano” por permitirme un espacio en ese importante medio de
comunicación. Y al periodista Gerardo Ceja García por el excelente diseño de
impresión de los relatos. Y a ustedes por darse el tiempo de leerlos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">AGRADECIMIENTO DEL EDITOR<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">El trabajo de don Leonardo, recolectado en estos cincuenta
número de <i>Relatos de la historia sudcaliforniana</i>, sin duda ha sido un gran
aporte a la historiografía peninsular, además de enriquecer al periodismo
cultural en Baja California Sur. Como editor me siento muy halagado de trabajar
con el maestro Reyes Silva y yo soy quien le agradece por haber aceptado esta
propuesta. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Quiero destacar que este material no solo se conservará en
las hemerotecas, sino que, gracias a las actuales tecnologías, los relatos
están disponibles en línea a través del blog que aparece en el enlace ubicado
al final de la página.<o:p></o:p></span></div>
Gerardo Ceja Garcíahttp://www.blogger.com/profile/03857279944800379457noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-287365902008500270.post-1503369773289235882013-04-14T10:57:00.000-07:002013-12-06T21:40:14.309-08:00Federico Cota el contrarrevolucionario<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivSkQyoGpfHlnyZyS5eR89SuajZ4f1ujTwSQBeAekoVuW6YyWZabScjfNycLeY00W81oePK8nWZp8cxVr7oFpFrLzapVnW-UWd9flqq-wGQxU3yYYDheYimo9X55Va3pH2yf1_kYJsQF0/s1600/Relatos+de+la+historia+49.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivSkQyoGpfHlnyZyS5eR89SuajZ4f1ujTwSQBeAekoVuW6YyWZabScjfNycLeY00W81oePK8nWZp8cxVr7oFpFrLzapVnW-UWd9flqq-wGQxU3yYYDheYimo9X55Va3pH2yf1_kYJsQF0/s1600/Relatos+de+la+historia+49.jpg" height="320" width="177" /></a></div>
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Por Leonardo Reyes Silva<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><a href="mailto:lrsilva@prodigy.net.mx">lrsilva@prodigy.net.mx</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Cuando Félix Ortega tomó las armas para oponerse al usurpador
Victoriano Huerta en 1913, sabía a que enemigo se iba a enfrentar, pues ya
conocía el carácter decidido y tenaz del jefe político del Distrito Sur de <st1:personname productid="la Baja California" w:st="on"><st1:personname productid="la Baja" w:st="on">la Baja</st1:personname> California</st1:personname>, el doctor
Federico Cota.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Cota había tomado posesión de la jefatura unos días después
del asesinato del presidente Madero —22 de febrero de 1913— y estaba
identificado con el grupo porfirista. Antes había estado al frente del
ayuntamiento de San Antonio. Así es que ya conocía los vericuetos de la
política local. Estaba relacionado con los funcionarios que gobernaron la
entidad durante todo el periodo de la dictadura de Porfirio Díaz como el
general Agustín Sanginés, Gastón Vives, Teófilo Uzcárraga, Agustín Arriola,
Francisco J. Cabezud, Filemón C. Piñeda y Félix Moreno. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Durante su mandato le tocó enfrentarse a los reclamos de una
parte del pueblo indignado por el asesinato de Madero. Reclamos que eran
canalizados a través del Club Democrático Californiano que dirigía Félix Ortega
y del ayuntamiento de <st1:personname productid="La Paz" w:st="on">La Paz</st1:personname>
afín a los principios de esa agrupación. Y en el mes de junio de 1913 tuvo que
tomar medidas enérgicas para sofocar la rebelión iniciada por un grupo de
revolucionarios que expidieron el Plan de las Playitas de <st1:personname productid="la Concepcin" w:st="on">la Concepción</st1:personname>, a cuyo
frente esta el mismo Félix Ortega Aguilar.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Después de la muerte de Madero, a los integrantes del Club
no les fue nada bien. El jefe político los acosó constantemente por
manifestaciones en contra de su gobierno y por el temor de un levantamiento que
pusiera en entredicho su autoridad. Con justificada razón Cota se quejaba ante
el secretario de gobernación de que en el periódico “El eco de California” se
criticaba negativamente a su gobierno y que personas del Comité Democrático
viajaban a los pueblos del norte de la entidad para invitarlos a la rebelión. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Como tenía al ayuntamiento de <st1:personname productid="La Paz" w:st="on">La Paz</st1:personname> en su contra, no halló
mejor solución que rechazarle el presupuesto de egresos del 2013 y quitarle el
mando de la policía. Acusado de promover un levantamiento armado mandó
encarcelar al tesorero y dio de baja algunos empleados de su gobierno porque
eran simpatizantes del ayuntamiento paceño. Estas y otras disposiciones
hostiles, en vez de remediar las cosas, ayudaron más bien a crear un clima de
inestabilidad política dando pie para que andando el tiempo se organizara <st1:personname productid="la Junta Revolucionaria" w:st="on"><st1:personname productid="la Junta" w:st="on">la Junta</st1:personname> Revolucionaria</st1:personname>
de <st1:personname productid="la Baja California" w:st="on"><st1:personname productid="la Baja" w:st="on">la Baja</st1:personname> California</st1:personname>
en la que Félix Ortega y Simón E. Cota eran sus dirigentes.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Esa junta revolucionaria se organizó en efecto, con la
intención de sublevarse para derrocar al gobierno y lograr que de nueva cuenta
el Territorio volviera por los cauces de la democracia, Así, el 20 de junio de
1913, Ortega y un grupo de partidarios proclamó el Plan de las Playitas
convocando a los californianos a unirse a la lucha para restaurar el orden
constitucional roto por la traición de Victoriano Huerta.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Pero no fue sino hasta el 27 de julio cuando Ortega al
frente de un puñado de partidarios inició la insurrección armada atacando los
poblados del Triunfo y San Antonio. Por su parte, el jefe político enterado del
movimiento, lo primero que hizo fue detener a los simpatizantes del movimiento
y enviar algunos al puerto de Guaymas, entre ellos a Eduardo R. Encinas, José
Ramírez, Fernando Erquiaga y Antonio V. Navarro. A otros como Fernando Moreno,
Ignacio L. Cornejo, Alejandro Abaroa y Adolfo Labastida los mandó aprehender,
nomás que estos viéndole la cola al zorro tuvieron tiempo de esconderse.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Federico Cota estaba informado de los encuentros que habían
tenido los revolucionarios con las tropas federales y el rumbo que los
orteguistas seguirían para llegar a San José del Cabo. Auxiliado por fuerzas
que llegaron de Mazatlán y con las propias comandadas por el militar Hernández
y el cabo Leocadio Fierro, atacaron a los insurrectos en el rancho de <st1:personname productid="La Trinidad" w:st="on">La Trinidad</st1:personname> los que, pese a
su valerosa defensa, fueron derrotados.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Derrotados pero no vencidos, los orteguistas continuaron en
la lucha obteniendo victorias sobre las fuerzas federales. Pero tenían como
enemigo encarnizado al jefe político que no descansaba en su afán de acabar con
la sublevación. Afortunadamente, el 25 de octubre de ese año de 1913, Cota cesó
en sus funciones y en su lugar el gobierno huertista mandó al teniente coronel
Gregorio Osuna, un militar procedente del interior de la república e ignorante
por tanto de la situación que imperaba en la entidad.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Para los revolucionarios la llegada del nuevo jefe político
fue una esperanza para lograr la paz dado que, al contrario de Federico Cota,
no venía con ánimo de rencores, odios o deseos de venganza. Y así fue en
efecto, con el tiempo y ante la imposibilidad de acabar con la insurrección,
Osuna prefirió sumarse a las fuerzas constitucionalistas y fue por eso que
renunció a la jefatura política para ponerse a las órdenes del general Obregón.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Federico
Cota, el hombre que mantuvo una lucha sin tregua contra las fuerzas de Félix
Ortega no se ensañó con sus adversarios. Prefirió encarcelarlos o mandarlos
fuera de la entidad antes que mancharse las manos. Su responsabilidad como jefe
político la cumplió a cabalidad. No podía ser de otra manera ya que sus
principios partidarios así se lo exigían. Libre de compromisos y con el deber
cumplido, cambió su residencia a la ciudad de Mexicali donde murió.</span>Gerardo Ceja Garcíahttp://www.blogger.com/profile/03857279944800379457noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-287365902008500270.post-14829433602357690162013-03-30T18:27:00.000-07:002013-12-06T21:39:42.630-08:00El Plan de Tacubaya en Baja California Sur<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtMKDWNxqomdZAkzjhcBcdgPAvIPlWISBGAphOXGQVTEbOY1fSxYQ9BtUr0okLTabutXds4s9BfXh4oraDIc5Ogp1dB0KeFwZTTfLOdK-BFdRwTcnbsNWKQypdcWUd8rbuNXaSKG9LklI/s1600/Relatos+de+la+historia+48.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtMKDWNxqomdZAkzjhcBcdgPAvIPlWISBGAphOXGQVTEbOY1fSxYQ9BtUr0okLTabutXds4s9BfXh4oraDIc5Ogp1dB0KeFwZTTfLOdK-BFdRwTcnbsNWKQypdcWUd8rbuNXaSKG9LklI/s1600/Relatos+de+la+historia+48.jpg" height="320" width="177" /></a></div>
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Por Leonardo Reyes Silva<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><a href="mailto:lrsilva@prodigy.net.mx">lrsilva@prodigy.net.mx</a></span><span lang="ES-TRAD"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Cuando nuestro país se convirtió en república al promulgarse
<st1:personname productid="la Constitucin" w:st="on">la Constitución</st1:personname>
de 1824 y observar como en los siguientes años no se consolidaban las instituciones
nacionales, consideró la conveniencia de crear una nueva constitución más
acorde con las aspiraciones políticas, económicas y sociales de los mexicanos.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Fue así como en 1856 el presidente Ignacio Comonfort de acuerdo
con el Congreso elaboraron una nueva Constitución que fue promulgada el 5 de
febrero de 1857. En ella se incluyeron principios liberales como la libertad de
educación y la libertad religiosa al no declarar como única la católica.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Esta nueva ley fundamental no fue reconocida por el partido
conservador ni por el clero por que afectaba sus intereses. Esta oposición se
había intensificado cuando se expidió la ley de desamortización de los bienes eclesiásticos
publicada años antes por el mismo Comonfort, en la que se disponía que se
vendieran todas las fincas rústicas y urbanas del clero. Por eso, no fue una
sorpresa que se desconociera la constitución recién promulgada.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Los grupos conservadores presionaron al presidente Comonfort
para que cesara la vigencia de <st1:personname productid="la Carta Magna" w:st="on"><st1:personname productid="la Carta" w:st="on">la Carta</st1:personname>
Magna</st1:personname>, y de acuerdo con ellos aceptó el Plan de Tacubaya
proclamado por el general Félix Zuloaga en el que se declaraba que cesaba de
regir en la república <st1:personname productid="la Constitucin" w:st="on">la
Constitución</st1:personname> de 1857, que continuaba en el mando Comonfort y
la expedición de una nueva Constitución.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">El presidente, que al principio estuvo de acuerdo con el
Plan, luego se arrepintió y no halló otra salida que renunciar a su cargo, por
lo que el general Zuloaga tomó posesión como presidente interino de la
república. Pero al que le correspondía ser el primer mandatario por derecho
legal era el presidente de <st1:personname productid="la Suprema Corte" w:st="on"><st1:personname productid="la Suprema" w:st="on">la Suprema</st1:personname> Corte</st1:personname>
de <st1:personname productid="la Nacin" w:st="on">la Nación</st1:personname>
que estaba a cargo del licenciado Benito Juárez.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Así pues hubo dos presidentes en esos años: uno amparado en
el Plan de Tacubaya y el otro por mandato constitucional. Lo que originó esta
dualidad de intereses políticos fue la llamada Guerra de Reforma que
ensangrentó durante tres años todo el país, en los años de <st1:metricconverter productid="1858 a" w:st="on">1858 a</st1:metricconverter> 1860.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Desde luego, a Baja California también le llegó su parte. Cuando
el general Zuloaga expidió el Plan de Tacubaya, la tropa acantonada en <st1:personname productid="La Paz" w:st="on">La Paz</st1:personname> reconoció dicho documento,
lo cual no fue aceptado por la mayoría de la población. El coronel Diego
Castilla comandante de la guarnición militar tuvo que enfrentar a las fuerzas
liberales del sur de la entidad las que, después de algunos encuentros, se
apoderaron de <st1:personname productid="La Paz. Castilla" w:st="on"><st1:personname productid="La Paz." w:st="on">La Paz.</st1:personname> Castilla</st1:personname>
logró huir a tiempo. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Al desconocer el Plan de Tacubaya y desde luego la
presidencia del general Félix Zuloaga, el grupo liberal encabezado por Manuel
Márquez de León, Mauricio Castro, Pablo Gastélum e Ildefonso Green, convocaron
a <st1:personname productid="la Asamblea Legislativa" w:st="on"><st1:personname productid="la Asamblea" w:st="on">la Asamblea</st1:personname> Legislativa</st1:personname>
la que tomó los siguientes acuerdos: 1.- El Territorio de <st1:personname productid="la Baja California" w:st="on"><st1:personname productid="la Baja" w:st="on">la Baja</st1:personname> California</st1:personname> es parte
integrante de <st1:personname productid="la Nacin Mexicana." w:st="on"><st1:personname productid="la Nacin" w:st="on">la Nación</st1:personname> Mexicana.</st1:personname>
2.- Acata y defiende <st1:personname productid="la Constitucin General" w:st="on"><st1:personname productid="la Constitucin" w:st="on">la Constitución</st1:personname> General</st1:personname>
de 1857 como única ley fundamental de <st1:personname productid="la Repblica." w:st="on">la República.</st1:personname> 3.- Mientras dure la guerra civil se
gobernará el Territorio con absoluta independencia del resto de <st1:personname productid="la Repblica." w:st="on">la República.</st1:personname><o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><st1:personname productid="la Repblica." w:st="on"><br /></st1:personname></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Como es de muchos conocido <st1:personname productid="la Guerra" w:st="on">la Guerra</st1:personname> de Reforma terminó
con el triunfo de las fuerzas defensoras de la legalidad y en la batalla
decisiva de Calpulalpan la paz volvió nuevamente al país. Las leyes de reforma
que Juárez expidió en Veracruz, sobre todo la que decretaba la nacionalización de
los bienes del clero y la del Registro Civil, aseguró para el país la vigencia
de <st1:personname productid="la Constitucin" w:st="on">la Constitución</st1:personname>
de 1857.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En esos años de la guerra civil, el pueblo del Territorio de
<st1:personname productid="la Baja California" w:st="on"><st1:personname productid="la Baja" w:st="on">la Baja</st1:personname> California</st1:personname>
se gobernaba a través de un Estatuto Orgánico y de una Asamblea Legislativa
integrada por diputados de los siete municipios de la entidad. Pero al término
de la guerra, por disposición del gobierno central, esa ley quedó sin efecto y
de nueva cuenta fue <st1:personname productid="la Constitucin" w:st="on">la
Constitución</st1:personname> la que rigió los destinos de esta parte del
país.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Se puso fin a la guerra, pero las consecuencias del Plan de
Tacubaya fueron más allá de la paz esperada. El partido conservador, incluyendo
al clero, jamás estuvo conforme con su derrota y prosiguieron sus campañas de
desprestigio en contra del gobierno de Benito Juárez. Algunos de ellos, en
Europa, intrigaban ante las potencias europeas en busca de apoyo para su causa.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Y no hallaron otra cosa mejor que pedir la intervención de
nuestro país y la instalación de una monarquía en sustitución del gobierno
republicano. Fue así como, en 1862, México se enfrentó a una nueva guerra, pero
ahora contra Francia y después, en 1864, contra el gobierno imperial de
Maximiliano de Habsburgo.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">El fin de
este conflicto es de todos conocido. Con el triunfo y el fusilamiento de
Maximiliano, Miguel Miramón y Tomás Mejía, en el cerro de Las Campanas en
Querétaro, volvió la paz a nuestro país. México que antes era solo un alboroto
de facciones ahora, con Benito Juárez, fue solamente <st1:personname productid="la Patria. Y" w:st="on"><st1:personname productid="la Patria." w:st="on">la Patria.</st1:personname> Y</st1:personname> fue Juárez el que
pronunció este apotegma: “<i>El pueblo que
quiere ser libre lo será. Hidalgo nos enseñó que el poder de los reyes es
demasiado débil cuando gobiernan contra la voluntad de los pueblos”</i></span>Gerardo Ceja Garcíahttp://www.blogger.com/profile/03857279944800379457noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-287365902008500270.post-30012102563538031062013-03-16T11:57:00.000-07:002013-12-06T21:39:07.969-08:00Hardy y el río Colorado<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3zv7qxvfNDEGeYNeZXk00VytfUWFT48WkFDlqmpB3JlP5BahgH_Kyhb1P7Q2pWkYCVWuJqzsNc9wQMKO1bj0klcJLerdFv_oCsRjwgVHKlio0_TxnZ7qKR1bEYN3x2N_vFHSQ_VgeBaI/s1600/Relatos+47.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3zv7qxvfNDEGeYNeZXk00VytfUWFT48WkFDlqmpB3JlP5BahgH_Kyhb1P7Q2pWkYCVWuJqzsNc9wQMKO1bj0klcJLerdFv_oCsRjwgVHKlio0_TxnZ7qKR1bEYN3x2N_vFHSQ_VgeBaI/s1600/Relatos+47.jpg" height="320" width="177" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><i><u><span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Por Leonardo Reyes Silva<o:p></o:p></span></u></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><a href="mailto:lrsilva@prodigy.net.mx">lrsilva@prodigy.net.mx</a></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En el año de 1826 el teniente Hardy de la real armada inglesa,
recorrió la parte norte de la península de <st1:personname productid="la Baja California" w:st="on"><st1:personname productid="la Baja" w:st="on">la Baja</st1:personname> California</st1:personname> en viaje de
exploración, con el permiso del gobierno de México para buscar bancos de perlas
y minerales. En el libro que escribió al que tituló “Viajes por el interior de
México en 1825,1826, 1827 y <st1:metricconverter productid="1828”" w:st="on">1828”</st1:metricconverter>,
describe las peripecias que sufrió cuando su barco “El Bruja” se internó por la
desembocadura del río Colorado y los peligros que corrió ante la amenaza de los
indios de esa región.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Aunque ya muchos años antes otros expedicionarios habían
recorrido parte del río, como Francisco de Ulloa en 1539 quien llegó al estuario
y le puso por nombre "Ancón de San Andrés y Mar Bermeja” por el color de
sus aguas; y también llegó en 1540 Fernando de Alarcón que llegó hasta la
confluencia del río Gila. Asimismo arribó por tierra a esa región del Colorado
el padre jesuita Francisco Eusebio Kino en 1701 y por último el misionero
Fernando Consag, en 1746, que llegó en un bote de vela cerca del estuario.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">A Hardy le fue mal desde el principio. Cuando intentaba
remontar el río se rompió el timón y la nave estuvo a punto de encallar. A duras
penas, lograron retirarla del peligro y anclarla a unos metros de la orilla.
Con ayuda de los buzos rescataron las partes del timón y lograron reconstruirlo
para colocarlo de nueva cuenta en su lugar.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Pero el peligro estuvo con las amenazas de los indígenas los
que, a pesar que demostraban amistad, no podían ocultar sus intenciones de
apoderarse del barco. Hubo ocasión en que tuvieron que amedrentarlos con los
mosquetes y apuntarlos con los cañones para apaciguarlos. Al fin pudieron levar
anclas y alejarse de la orilla fuera del alcance de los indios.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En la descripción de sus formas de vida, Hardy dice que “estos
indios que se llaman <i>Axua, </i>son muy
numerosos y definitivamente los seres más asquerosos que haya conocido. Se
adornan el pelo con barro en vez de hacerlo con flores: también les encanta
emplearlo para pintarse el cuerpo. Es cosa común verlos, en días de calor,
revolcándose en el lodo como cerdos... quizá solamente lo hagan para
refrescarse…”.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Sobre esta costumbre, Hardy relata una anécdota de su estancia
en <st1:personname productid="la Villa" w:st="on">la Villa</st1:personname> del
Fuerte, Sinaloa. Dice que un día una señora muy gorda, agobiada por el intenso
calor y a pesar de tener abierta las ventanas y puertas para refrescar la casa,
no halló otra solución que abrir un hoyo en uno de los cuartos —tenía piso de
tierra—, lo llenó de agua y después de revolver el líquido para hacer un lodo
espeso, se desnudó y se metió en el agujero. Como sintió la frescura se acostó
en el lodo y embadurnó todo su cuerpo, hasta la cabeza.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Cuando llegó su esposo a comer, al verla creyó que era un
monstruo que había salido de las entrañas de la tierra y por poco le da un
soponcio, si no es que la mujer lo trató de calmar diciéndole que era ella.
Días después el marido que era un funcionario del ayuntamiento, soltaba una
carcajada cuando recordaba la puntada de su mujer. Cuenta el señor que la
original bañera todavía la conservan y de vez en cuando la utilizan. Sin querer
la señora fue la inventora de las máscaras embellecedoras que hoy utilizan
muchas mujeres en los salones de belleza y las que, a lo mejor, tienen como
ingrediente el menospreciado lodo.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Por supuesto que los <i>Axua
</i>le daban otro uso al lodo. Ellos se lo embijaban en el cabello y en todo el
cuerpo para protegerse de los moscos, jejenes y otros insectos. Y como además los
hombres se pintaban la cara con pigmentos blancos y rojos el resultado no era
muy atractivo. Por otro lado, como era común en toda <st1:personname productid="la California" w:st="on">la California</st1:personname>, andaban
desnudos y sólo las mujeres usaban “taparrabos” confeccionados con tirillas de
corteza de sauce.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Después se sortear varias amenazas de los indios, Hardy
salió de las aguas del río Colorado luego de haber permanecido 26 días en esa
región. Y enfiló rumbo a Guaymas, pasado por la isla Ángel de <st1:personname productid="la Guarda" w:st="on">la Guarda</st1:personname> y otras islas
pequeñas que la rodean. Por fin, el 22 de agosto desembarcaron en el puerto de
Guaymas dando por terminada su expedición por las costas de Baja California.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Desde luego, Robert William Hale Hardy fue unos de tantos navegantes
que aportaron información valiosa sobre las características geográficas de la
península. Además, en sus recorridos describieron aspectos etnológicos que
fueron de gran ayuda para conocer las formas primitivas de vida de los
habitantes de esa región desconocida de nuestro país en esos años. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Muchas
décadas después esa región del río Colorado fue explorada y hubo asentamientos
humanos en sus riberas, como el pueblo de Yuma por el lado de los Estados
Unidos. Cuando se establecieron algunas rutas marítimas navegaron por el río
dos pequeñas embarcaciones llamadas <st1:personname productid="La Paz" w:st="on"><i>La Paz</i></st1:personname> y <st1:personname productid="la R■o Colorado." w:st="on"><st1:personname productid="la R■o" w:st="on">la <i>Río</i></st1:personname><i> Colorado</i>.</st1:personname> Los
capitanes de esas embarcaciones fueron Leopoldo Angulo, José Jacinto y
Alejandro Abaroa. </span>Gerardo Ceja Garcíahttp://www.blogger.com/profile/03857279944800379457noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-287365902008500270.post-4177658252973478542013-03-02T13:34:00.000-08:002013-12-06T21:38:38.233-08:00El ingenioso don Francisco de Ortega<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhaqb5Y4zpyy-JuT38AuhbFqYWysud8upat0WfEKR9FnDqV71uE_WfrgJ5lBLAZ7fjo2p59nj0ebMqkkavRrxiFq9XV-Th2y9Q_moR_Tvwz_Kk3cMxMoBDizugPe9sVb-5SBfJLDEPPuxE/s1600/Relatos+de+la+historia+46.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhaqb5Y4zpyy-JuT38AuhbFqYWysud8upat0WfEKR9FnDqV71uE_WfrgJ5lBLAZ7fjo2p59nj0ebMqkkavRrxiFq9XV-Th2y9Q_moR_Tvwz_Kk3cMxMoBDizugPe9sVb-5SBfJLDEPPuxE/s1600/Relatos+de+la+historia+46.jpg" height="320" width="178" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><i><u><span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;">Por Leonardo Reyes Silva<o:p></o:p></span></u></i></b><br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><a href="mailto:lrsilva@prodigy.net.mx">lrsilva@prodigy.net.mx</a></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;">Entre los exploradores que llegaron a California en el siglo
XVII destaca uno al que el doctor Miguel León Portilla lo llamó “El ingenioso
don Francisco de Ortega”. Y a través de su narración justifica el por qué le
llamó de ese modo.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;">En esos años, el virrey Marqués de Cerralvo por orden del
rey, había suspendido las licencias para viajar a California, después de los
fracasos que habían tenido los anteriores expedicionarios y los gastos que habían
ocasionado a <st1:personname productid="la Corona." w:st="on">la Corona.</st1:personname>
<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;"><st1:personname productid="la Corona." w:st="on"><br /></st1:personname></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;">Pese a ello, Ortega buscó la manera de conseguir la
autorización y no halló mejor recurso que enviarle un memorial al virrey en el
que le proponía servirle, para investigar la realidad de las condiciones que
guardaba <st1:personname productid="la California" w:st="on">la California</st1:personname>
y los motivos de los fracasos de años atrás. Asimismo le prometía recorrer las
costas en busca de fondeaderos y su descripción. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;">En la licencia concedida, el virrey le decía: “… hacer viaje
vía recta a las dichas Californias, descubrir y reconocer los puertos y
ensenadas de aquellas islas y costas, observando los rumbos, derroteros y
alturas de la navegación… procurando con particularidad enterarse de que
naturales habitan aquella tierra, sus costumbres y modo de vivir, sin hacerles
ofensa ni mal trato, antes toda la caricia y agasajo posible…”.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;">Y por no dejar, el virrey también le recomendó: “… informarse
si tienen algunas riquezas, plata, oro u perlas, y si hay pesquerías
dellas, como por diversas relaciones se ha entendido, y en que partes, autenticándolo
todo con fe y testimonios autorizados de escribano…”.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;">El 27 de febrero den <st1:metricconverter productid="1632 a" w:st="on">1632 a</st1:metricconverter> bordo de la fragata <i>Madre Luisa de <st1:personname productid="la Ascensin" w:st="on">la
Ascensión</st1:personname>,</i> la que por cierto tardó cuatro años en
construir con sus propios recursos, Ortega zarpo rumbo a las Californias, pero
un temporal los obligó a refugiarse en el puerto de Mazatlán. Al fin, el tres
de mayo avistaron la península y al pasar por una isla cercana a la bahía de <st1:personname productid="La Paz" w:st="on">La Paz</st1:personname> la bautizó con el nombre
de Cerralvo. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;">La expedición continuó hacia el extremo sur donde
desembarcaron en la bahía de San Bernabé, lugar cercano a Cabo San Lucas. En
ese lugar tuvieron contacto con los indígenas pericúes que se acercaron a la
nave en sus balsas y canoas con el fin de intercambiar “pellejos muy bien
curtidos de venados, leones y otros animales y nos trajeron algunas perlas
quemadas y acanaladas…así como todo el pescado que podíamos comer…”.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;">En ese lugar un soldado se extravió en el monte, pero una
india lo encontró y lo llevó al corral de piedras donde vivía. Como se hizo de
noche tuvo que dormir allí para lo cual le ofrecieron un petate y unos cueros
de venado para que se cobijara. De su estancia, el soldado refirió que “todas
las indias chicas y grandes, todas andan vestidas de pellejos de animales y que
las dichas indias son de buenos rostros y muy vergonzosas… los indios son bien
dispuestos, robustos y ágiles para cualquier cosa, que al parecer fuera muy
fácil reducirlos a nuestra santa fe católica…”.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;">En ese primer viaje, Ortega recorrió parte de las costas por
el lado del mar de Cortés, desembarcó en el puerto de <st1:personname productid="La Paz" w:st="on">La Paz</st1:personname> y le puso nombre a la isla
Espíritu Santo. A causa del mal tiempo regresó a la contracosta en el mes de
julio de 1632. En su segundo viaje de <st1:metricconverter productid="1633 a" w:st="on">1633 a</st1:metricconverter> 1634 llegaron de nuevo a <st1:personname productid="La Paz" w:st="on">La Paz</st1:personname> en donde establecieron un
campamento dada la buena aceptación de los nativos. Allí se construyeron varias
chozas mientras que Ortega recorría la bahía en busca de bancos perleros. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;">Es muy probable, aunque las crónicas no lo dicen, que en la
exploración de los fondos marinos, Ortega haya utilizado una especie de campana
inventado por él, construida de madera y plomo en el que podían caber dos
personas durante diez o doce días sin riesgo de ahogarse. Aunque había
antecedentes de aparatos semejantes en siglos anteriores, no deja de ser sorprendente
el fabricado por este navegante. Es lo que la ciencia ha conocido con el nombre
de “batiscafo”.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;">En su tercero y último viaje —1636— por poco y no la
contaban. Poco antes de llegar a <st1:personname productid="La Paz" w:st="on">La
Paz</st1:personname> tuvieron que sortear una fuerte tempestad que destruyó la
fragata y los tripulantes a duras penas pudieron llegar a la costa. Pero ese
desastre no amilanó al antiguo carpintero de ribera. Con los restos del
naufragio construyó en 46 días una nueva embarcación conocida en ese entonces
como “barco mastelero”, aparejada de mástil y vela, propia para recorrer las
costas. Con ella recorrieron la parte norte de la península hasta la altura de
la isla San Lorenzo y el canal de Salsipuedes.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;">De sus tres viajes, a Ortega se le recuerda por que le puso
nombre a varias islas, entre ellas Las Ánimas, San Diego, Monserrate, del
Carmen, Danzantes, San Marcos y Tortuga. Pero, además, por sus aportaciones
etnográficas en las que describe las formas de vida de los indígenas pericúes y
guaycuras, como las ceremonias fúnebres en ocasión de la muerte del hijo del
cacique Bacarí.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">El
capitán Francisco de Ortega “con su arcabuz, peto acerado, adarga, espada y
daga”, como lo describen en su primer viaje, fue uno más de los atrevidos
expedicionarios que llegaron a las Californias en busca de fama y riquezas.</span>Gerardo Ceja Garcíahttp://www.blogger.com/profile/03857279944800379457noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-287365902008500270.post-6359070833077421042013-02-16T17:20:00.000-08:002013-12-06T21:37:51.301-08:00Una visita inesperada<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_kRa_SiYmk618vrBSSZ2hmfN0z2krueCX-L-RpB1wg8E2ggizeORHiCGV-cLYPlXwRmNVrBD4KHzJUQTYmAYqSj8QKSikgco81e2dctZax3HG0XGE9iNcxTU7abZOWWE3GgGNxcqbOxQ/s1600/Relatos+de+la+historia+45.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_kRa_SiYmk618vrBSSZ2hmfN0z2krueCX-L-RpB1wg8E2ggizeORHiCGV-cLYPlXwRmNVrBD4KHzJUQTYmAYqSj8QKSikgco81e2dctZax3HG0XGE9iNcxTU7abZOWWE3GgGNxcqbOxQ/s1600/Relatos+de+la+historia+45.jpg" height="320" width="177" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><i><u><span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Por Leonardo Reyes Silva<o:p></o:p></span></u></i></b><br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><a href="mailto:lrsilva@prodigy.net.mx">lrsilva@prodigy.net.mx</a></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Corría el año de 1934, cuando nuestro país se encontraba en
plena efervescencia política debido a las cercanas elecciones en las que la
ciudadanía daría su voto a favor del nuevo presidente de México, para el
período 1934-1940. En ese año de 1934, el primer mandatario sustituto era el
general Abelardo L. Rodríguez, quien se encargó del poder Ejecutivo por
renuncia del presidente Pascual Ortiz Rubio.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En esos años se fundó el Partido Nacional Revolucionario y fue
éste quien postuló como su candidato al general Lázaro Cárdenas, con el visto
bueno del expresidente Plutarco Elías Calles considerado en ese entonces como
“el poder tras el trono”. Los otros tres candidatos que fueron respaldados por
organizaciones como el Partido Comunista Mexicano fueron el general Antonio I.
Villarreal, el coronel Adalberto Tejeda y Hernán Laborde.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Después de protestar como candidato el 6 de diciembre de
1933, Cárdenas realizó su campaña recorriendo todo el país y así llegó a la
península de <st1:personname productid="la Baja California." w:st="on"><st1:personname productid="la Baja" w:st="on">la Baja</st1:personname> California.</st1:personname>
Estuvo en la ciudad de Ensenada donde fue atendido por el general Agustín
Olachea Avilés, gobernador del territorio norte.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Según las crónicas, de ese lugar se trasladaría al puerto de
Manzanillo ya que su campaña la hacía por barco. Por eso, aprovechando que
pasarían cerca de <st1:personname productid="La Paz" w:st="on">La Paz</st1:personname>
y sin estar programada la visita, el general Cárdenas decidió saludar a los
habitantes de la ciudad. Para ello se hizo acompañar del general Olachea dado
que había sido gobernador del territorio sur en los años de <st1:metricconverter productid="1929 a" w:st="on">1929 a</st1:metricconverter> 1931.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Cuando desembarcó en el muelle fiscal,--era el mes de julio
de 1934-- lo esperaban el general Juan Domínguez Cota gobernador de nuestra
entidad y los principales funcionarios de su administración, entre ellos Luis
I. Rodríguez, secretario general de Gobierno; el coronel Jesús de <st1:personname productid="la Garza" w:st="on">la Garza</st1:personname>, oficial mayor: Efrén
Muñoz Salazar, responsable de <st1:personname productid="la Tesorer■a." w:st="on">la
Tesorería.</st1:personname> <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><st1:personname productid="la Tesorer■a." w:st="on"><br /></st1:personname></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">De su estancia en <st1:personname productid="La Paz" w:st="on">La
Paz</st1:personname> sobresalió un acto organizado por el PNR local, en ese
año bajo la presidencia del señor Ramón J. Ganelón y de Alejandro D. Martínez
como secretario general del Comité Directivo. De ese evento político corre una
singular anécdota.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Resulta que Luis I. Rodríguez fue comisionado para que
dijera el discurso de bienvenida al candidato. Pero con la premura del tiempo
le pidió a su amigo Alejandro lo ayudara a redactar el importante documento.
Entre los dos dieron forma al escrito y a la hora prevista, haciendo gala de
sus dotes oratorias, Rodríguez logró mantener la atención del general Cárdenas
y de los asistentes al acto. El propio candidato lo felicitó y le pidió datos
sobre su persona.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">A resulta de ello, unas semanas después Luis recibió un
telegrama del general en el que lo invitaba para que se sumara a su campaña en
calidad de secretario particular. Y cuando tomó posesión como presidente de la
república lo ratificó en ese puesto.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Existe una confusión respecto a la visita del general
Cárdenas a <st1:personname productid="La Paz. Ello" w:st="on"><st1:personname productid="La Paz." w:st="on">La Paz.</st1:personname> Ello</st1:personname>
se debe a unas fotografías antiguas fechadas en el mes de julio de 1933 en las
que aparece Cárdenas acompañado de Plutarco Elías Calles y de Agustín Olachea.
Pero en su informe de labores realizadas en los años de <st1:metricconverter productid="1932 a" w:st="on">1932 a</st1:metricconverter> 1937, el general Juan
Domínguez Cota incluyó una fotografía de la visita pero fechada en el mes de
julio de 1934 donde aparecen solamente Cárdenas, Olachea y Domínguez. Y a un
extremo, sobresaliendo por su estatura, el licenciado Luis I. Rodríguez. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En las fotografías de 1933 —Cárdenas aún no era candidato— se
observa un banquete ofrecido a los visitantes en la “Quinta de los hermanos
Ruffo”, al que asistieron personajes de la iniciativa privada como Arturo C. Nahl
y Roberto Ruffo. También estuvieron presentes Luis I. Rodriguez y el capitán
Isidro Domínguez Cota.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En <st1:personname productid="la Historia General" w:st="on"><st1:personname productid="la Historia" w:st="on">la Historia</st1:personname> General</st1:personname>
de Baja California Sur, tomo II, cuando se refiere al gobierno del general
Domínguez Cota, no hace ninguna alusión de la visita de Cárdenas en 1933 o
1934. Así es que la duda queda: ¿visitó <st1:personname productid="La Paz" w:st="on">La Paz</st1:personname> en dos ocasiones el general, primero
acompañando a Plutarco Elías Calles y después como candidato?<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">De todas
formas el que salió ganando con la presencia de Cárdenas en <st1:personname productid="La Paz" w:st="on">La Paz</st1:personname> fue Luis I. Rodríguez. De
secretario particular del presidente fue electo gobernador de su estado natal,
Guanajuato. Y en 1938 fue el primer presidente del Partido de <st1:personname productid="la Revolucin Mexicana." w:st="on"><st1:personname productid="la Revolucin" w:st="on">la Revolución</st1:personname> Mexicana.</st1:personname></span>Gerardo Ceja Garcíahttp://www.blogger.com/profile/03857279944800379457noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-287365902008500270.post-26805178833560359052013-02-02T14:13:00.002-08:002013-12-06T21:37:20.321-08:00Los diputados constituyentes de ayer<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgd6efcYAbMWWrfii8iHGaOJWtyoT-01CWU1d7MXVdWIi4bwyE1HcEkUnO-jW5wNCQQlHqK7hw8TB5De77tN-dy6f0P242kNqXEVzfy5_bSMV4Y9ztLUx8akxGs9fA12nGyt8SFe8Sfpd4/s1600/Relatos+de+la+historia+44.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgd6efcYAbMWWrfii8iHGaOJWtyoT-01CWU1d7MXVdWIi4bwyE1HcEkUnO-jW5wNCQQlHqK7hw8TB5De77tN-dy6f0P242kNqXEVzfy5_bSMV4Y9ztLUx8akxGs9fA12nGyt8SFe8Sfpd4/s1600/Relatos+de+la+historia+44.jpg" height="320" width="177" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><i><u><span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Por: Leonardo Reyes Silva<o:p></o:p></span></u></i></b><br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><a href="mailto:lrsilva@prodigy.net.mx">lrsilva@prodigy.net.mx</a></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">No, no hacemos referencia a los diputados que integraron el
congreso constituyente de 1975 y que dieron forma a <st1:personname productid="la Constitucin Pol■tica" w:st="on"><st1:personname productid="la Constitucin" w:st="on">la Constitución</st1:personname>
Política</st1:personname> del Estado de Baja California Sur. Hace 153 años
aquí en <st1:personname productid="La Paz" w:st="on">La Paz</st1:personname>,
seis diputados integrados en una asamblea legislativa dieron origen a un
Estatuto Orgánico del Territorio de <st1:personname productid="la Baja California" w:st="on"><st1:personname productid="la Baja" w:st="on">la Baja</st1:personname> California</st1:personname> la que, por su
contenido, era semejante a una constitución abreviada.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En 1860, debido a las difíciles condiciones políticas en que
se encontraba el gobierno de la república a causa del desconocimiento de <st1:personname productid="la Constitucin" w:st="on">la Constitución</st1:personname> de 1857,
y la lucha entre liberales y conservadores en la llamada Guerra de Reforma, la
diputación territorial expidió un manifiesto que en entre otras cosas decía:</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">“El territorio de <st1:personname productid="la Baja California" w:st="on"><st1:personname productid="la Baja" w:st="on">la Baja</st1:personname> California</st1:personname> es parte
integrante de <st1:personname productid="la Nacin Mexicana." w:st="on"><st1:personname productid="la Nacin" w:st="on">la Nación</st1:personname> Mexicana.</st1:personname>
Acata y defiende <st1:personname productid="la Constitucin General" w:st="on"><st1:personname productid="la Constitucin" w:st="on">la Constitución</st1:personname> General</st1:personname>
de 1857, como la única ley fundamental de <st1:personname productid="la Repblica. Mientras" w:st="on"><st1:personname productid="la Repblica." w:st="on">la República.</st1:personname> Mientras</st1:personname>
dure la guerra civil, se gobernará el Territorio con total independencia del
resto de <st1:personname productid="la Repblica" w:st="on">la República</st1:personname>,
hasta que restablecido el orden legal, se sujete de nuevo a lo que disponga el
Soberano Congreso de <st1:personname productid="la Unión.”" w:st="on">la
Unión”.</st1:personname><o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><st1:personname productid="la Unión.”" w:st="on"><br /></st1:personname></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Los diputados Manuel Márquez (de León), Félix Gibert, José
María Gómez, Juan de Dios Angulo, Tranquilino Villasana y Manuel Salvador
Villarino elaboraron <st1:personname productid="la Ley Org£nica" w:st="on"><st1:personname productid="la Ley" w:st="on">la Ley</st1:personname> Orgánica</st1:personname>
Fundamental, misma que fue promulgada el 14 de febrero de 1860 por el entonces
jefe político Ramón Navarro. <st1:personname productid="la Ley" w:st="on">La
Ley</st1:personname> estaba integrada por 50 artículos y un transitorio y en
ellos se disponían aspectos como los siguientes:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Art. 2o.- El gobierno del territorio se divide en
Legislativo, Ejecutivo y Judicial. Nunca podrán reunirse dos o más poderes en
una persona o corporación, ni depositarse en un individuo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Art. 3º.- El ejercicio del Poder Legislativo de <st1:personname productid="la Baja California" w:st="on"><st1:personname productid="la Baja" w:st="on">la Baja</st1:personname> California</st1:personname> se deposita en
una asamblea que se denominará Asamblea Legislativa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Art. 22º.- Se deposita el ejercicio del Poder Ejecutivo en
un solo individuo que se denominará “Gobernador del Territorio de <st1:personname productid="la Baja California" w:st="on"><st1:personname productid="la Baja" w:st="on">la Baja</st1:personname> California</st1:personname>”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Art. 23º.- La elección de gobernador se hará por <st1:personname productid="la Asamblea" w:st="on">la Asamblea</st1:personname> cada dos años…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Art. 25º.- El gobernador entrará en funciones el día 1º de
enero inmediato a su elección y durará en su encargo dos años.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Art. 36º.- El Poder Judicial del territorio estará a cargo
de un Tribunal Superior de Justicia y de los juzgados de Primera Instancia que
fueren necesarios.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Con las facultades otorgadas en <st1:personname productid="la Ley Org£nica" w:st="on"><st1:personname productid="la Ley" w:st="on">la
Ley</st1:personname> Orgánica</st1:personname>, la asamblea legislativa
nombró a varios gobernadores, entre ellos a Teodoro Riveroll, Pedro Magaña
Navarrete y Félix Gibert. Y una de sus últimas decisiones fue designar, en <st1:metricconverter productid="1868, a" w:st="on">1868, a</st1:metricconverter> José María Castro,
aunque de hecho no tomó posesión dado que el gobierno central en ese mismo año
había desconocido tanto a la asamblea legislativa como el Estatuto Orgánico.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En los considerandos para que el Congreso General declarara
sin vigencia <st1:personname productid="la Ley Org£nica" w:st="on"><st1:personname productid="la Ley" w:st="on">la Ley</st1:personname> Orgánica</st1:personname>
de <st1:personname productid="la Baja California" w:st="on"><st1:personname productid="la Baja" w:st="on">la Baja</st1:personname> California</st1:personname>
de 1860 se decía que: “… es una verdadera anomalía que en <st1:personname productid="la Baja California" w:st="on"><st1:personname productid="la Baja" w:st="on">la Baja</st1:personname> California</st1:personname> haya una
Asamblea Legislativa, con la circunstancia agravante de estar regida por un
Estatuto Orgánico… Si un territorio ha de tener sus poderes locales
Legislativo, Ejecutivo y Judicial, independientes y soberanos, no se comprende
en que puede distinguirse ya de los estados de la federación…Todo esto como se
ve es inadmisible. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Por esos motivos, se expidió un proyecto de ley en el que se
declaraba que no estaba vigente el Estatuto Orgánico de <st1:personname productid="la Baja California" w:st="on"><st1:personname productid="la Baja" w:st="on">la Baja</st1:personname> California</st1:personname>, expedido el 12
de febrero de 1860. Y se autorizaba al Ejecutivo para expedir un nuevo Estatuto
Orgánico de dicho territorio. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En 1872 el gobierno central presentó un proyecto de Estatuto
Orgánico de <st1:personname productid="la Baja California" w:st="on"><st1:personname productid="la Baja" w:st="on">la Baja</st1:personname> California</st1:personname>,
iniciativa que nunca fue aprobada y así nuestro pueblo, que tanto había luchado
por gobernarse a sí mismo, tuvo que resignarse a depender de las decisiones
políticas de los presidentes en turno, decisiones las más de las veces
arbitrarias e injustas para las aspiraciones de los bajacalifornianos.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Pero queda la añoranza de los diputados de ese entonces, de
la asamblea legislativa y los acuerdos que tomaron para lograr el desarrollo de
la entidad. Fueron tan solo ocho años en que Baja California pudo disfrutar de
un clima de libertad y democracia. Fue una época marcada por dos guerras, la de
Reforma y <st1:personname productid="la Intervencin Francesa." w:st="on"><st1:personname productid="la Intervencin" w:st="on">la Intervención</st1:personname>
Francesa.</st1:personname> Y por conflictos internos que no lograron romper los
vínculos con el gobierno de la república. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Habrían
de pasar muchos años para que de nueva cuenta nuestra entidad pudiera elegir
libremente a sus representantes populares, entre ellos al gobernador, a los
diputados locales y a los senadores. Fue cuando en 1974, el territorio se
convirtió en el Estado libre y soberano de Baja California Sur.</span>Gerardo Ceja Garcíahttp://www.blogger.com/profile/03857279944800379457noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-287365902008500270.post-15894607521170633462013-01-20T07:42:00.000-08:002013-12-06T21:36:26.275-08:00Una lamentable equivocación<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0kpTXN_b97O8-rw9LfMbMX5C1IWdx9zZa8oPncmJnPhAOIa0wIjN8MbUv-LUcdfkcwfkSPPK9VLtSXNAOoRUCHhi3e-ifCkcT5r8hBb-a0_KdMPxJU7pIzerqUTXKCA3-uwWYxj_pLI0/s1600/Relatos+43.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0kpTXN_b97O8-rw9LfMbMX5C1IWdx9zZa8oPncmJnPhAOIa0wIjN8MbUv-LUcdfkcwfkSPPK9VLtSXNAOoRUCHhi3e-ifCkcT5r8hBb-a0_KdMPxJU7pIzerqUTXKCA3-uwWYxj_pLI0/s1600/Relatos+43.jpg" height="320" width="177" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><i><u><span style="font-size: 11.0pt;">Por:
Leonardo Reyes Silva<o:p></o:p></span></u></i></b><br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><a href="mailto:lrsilva@prodigy.net.mx">lrsilva@prodigy.net.mx</a></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">Cuando
el licenciado Adolfo de <st1:personname productid="la Huerta" w:st="on">la
Huerta</st1:personname>, presidente interino de nuestro país en 1920, autorizó
la realización de un plebiscito para seleccionar al nuevo gobernador del
Distrito Sur de <st1:personname productid="la Baja California" w:st="on"><st1:personname productid="la Baja" w:st="on">la Baja</st1:personname> California</st1:personname>,
no se pudo imaginar el sesgo político que andando el tiempo cometería la
persona electa en ese entonces. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">Agustín
Arriola Martínez ganó los comicios con amplia ventaja. Le favoreció mucho haber
sido con anterioridad integrante del ayuntamiento de <st1:personname productid="La Paz" w:st="on">La Paz</st1:personname> y presidente del mismo. Apoyado
por sus antiguos amigos y colaboradores, entre ellos Filemón C. Piñeda, Antonio
F. Delgado, Cuauhtémoc Hidalgo, Alejandro de <st1:personname productid="la Toba" w:st="on">la Toba</st1:personname>, quienes formaron parte de su equipo de
gobierno.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">Mientras
allá en la ciudad de México, como resultado de las elecciones para elegir al
presidente de nuestro país, tomaba posesión el general Álvaro Obregón el 1º de
diciembre de 1920. Uno de sus primeras acciones fue nombrar a Adolfo de <st1:personname productid="la Huerta" w:st="on">la Huerta</st1:personname> como Ministro de
Hacienda.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">El
hecho de que hubiera sido De <st1:personname productid="la Huerta" w:st="on">la
Huerta</st1:personname> el que consigió el acceso a la gubernatura de Arriola,
permitió a éste fijar un compromiso con las autoridades centrales, no solamente
en los apoyos económicos recibidos sino también en el aspecto político. Después
de la toma de posesión de Obregón de seguro las cosas siguieron igual, aunque
con las limitaciones propias en cuanto a la ayuda recibida.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">Lo
cierto es que los cuatro años de gobierno de Arriola se distinguieron por la
atención que puso en el desarrollo de la agricultura, en la dotación de tierras
a los campesinos, la construcción de caminos y su preocupación por elevar el
nivel educativo de los niños y los jóvenes. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">Pero
en su carácter de territorio la dependencia económica era total. Fue por eso
que en 1923 las participaciones federales disminuyeron drásticamente debido a
la rebelión armada encabezada por Adolfo de <st1:personname productid="la Huerta" w:st="on">la Huerta</st1:personname>, que obligó al
gobierno a desviar recursos para someterla. Desde luego esa insurrección no
contó con el apoyo de la administración territorial.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">En
ese año de 1923 las corrientes políticas estaban en todo su apogeo, pues se
tenía que elegir candidato para la sucesión presidencial. Desde un principio se
perfiló el nombre del general Plutarco Elías Calles, como el preferido del
presidente Obregón. Total, cuando se verificaron las elecciones, sólo se
presentaron dos candidatos: los generales Plutarco Elías Calles y Ángel Flores,
éste último exgobernador del estado de Sinaloa.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">En
el Distrito los partidos políticos de uno y otro candidato realizaron intensas
campañas de proselitismo y algunos de ellos acusaron al gobierno de Arriola de
apoyar al general Flores. Cuando se supo el resultado de los sufragios, no
causó sorpresa de que los lugares donde había triunfado el opositor de Calles
fueran Sinaloa y esta entidad. Aquí, la votación final fue de 2443 votos para
Flores y 1035 para Calles.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">Como
resultado de esa votación, opuesta a los intereses del grupo en el poder, el
todavía presidente Obregón decidió destituir de su cargo al gobernador Arriola,
en el mes de septiembre de 1924. En su lugar fue nombrado el general Miguel
Piña, hijo.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">En
un libro de mi autoría dije que: “La administración de Arriola duró cuatro
años, de septiembre de <st1:metricconverter productid="1920 a" w:st="on">1920 a</st1:metricconverter>
septiembre de 1924. Posiblemente hubiera durado hasta la toma de posesión del
general Calles —1º de diciembre de 1924— o a lo mejor éste lo hubiera
ratificado en su puesto si el comportamiento de las elecciones hubiera sido de
otra manera. Lamentablemente la ciudadanía del Distrito se inclinó por la
candidatura del general Flores y eso motivó, creemos, el descrédito de Arriola y
la inmediata remoción de su cargo…”.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">En
esta lamentable equivocación don Agustín adoleció de sensibilidad política. Por
más que halla sido amigo del general Flores, —dicen que éste le regaló un fino
caballo en que Arriola se paseaba por el centro de la ciudad— lo cierto es que
por su mala decisión dio pie para que durante los 50 años siguientes el pueblo
sudcaliforniano no tuviera derecho a elegir a su gobernador.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<span style="font-size: 11pt;">A pesar de ello, la buena administración de Agustín Arriola compensa su
actitud política. A lo mejor, dentro de su fuero interno, estaba convencido de
que en la vida democrática de un país no valen las imposiciones, como fue el
caso de la sucesión presidencial de 1924. Y fue congruente con ello, dado que
su puesto de gobernador se lo debió a la ciudadanía que votó sin coacciones de
ninguna naturaleza.</span>Gerardo Ceja Garcíahttp://www.blogger.com/profile/03857279944800379457noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-287365902008500270.post-3141126298954359362013-01-05T22:23:00.000-08:002013-12-06T21:35:51.623-08:00Ortega, un audaz reformador<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZjiV-K8sHUJO5V9rSTfZB271KNx9oqMbsYShfzAByzGGOmG6O7t4xZnnS-yxnAChLLh9y-bPUtdTd0vWQousfSJJy7YWL3MoODuAydTAlJzdueGSoIw3n7PdHpglUTY-dAzvx_DCof7s/s1600/Relatos+42.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZjiV-K8sHUJO5V9rSTfZB271KNx9oqMbsYShfzAByzGGOmG6O7t4xZnnS-yxnAChLLh9y-bPUtdTd0vWQousfSJJy7YWL3MoODuAydTAlJzdueGSoIw3n7PdHpglUTY-dAzvx_DCof7s/s320/Relatos+42.jpg" height="320" width="178" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><i><u><span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;">Por Leonardo Reyes Silva<o:p></o:p></span></u></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="MsoNormal">
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><a href="mailto:lrsilva@prodigy.net.mx">lrsilva@prodigy.net.mx</a></span></div>
</div>
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;">Después de haber triunfado la revolución constitucionalista y
la derrota del usurpador Victoriano Huerta en 1914, <st1:personname productid="la Soberana Convencin" w:st="on"><st1:personname productid="la Soberana" w:st="on">la Soberana</st1:personname> Convención</st1:personname>
de Aguascalientes nombró al general Félix Ortega Aguilar como jefe político y
militar del Distrito Sur de <st1:personname productid="la Baja California." w:st="on"><st1:personname productid="la Baja" w:st="on">la Baja</st1:personname>
California.</st1:personname> <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;"><st1:personname productid="la Baja California." w:st="on"><br /></st1:personname></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;">Con ese nombramiento llegó a <st1:personname productid="La Paz" w:st="on">La Paz</st1:personname> a fines de enero de 1915,
y al tomar posesión del gobierno emitió un manifiesto en el que se sometía a
las disposiciones de <st1:personname productid="la Convencin" w:st="on">la
Convención</st1:personname> y acataba sus instrucciones, en el sentido de
“hacer que esta apartada región sienta la influencia bienhechora de un gobierno
que se esfuerza por todo lo que significa progreso…”.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;">Ortega pronto se dio cuenta de los graves problemas que
padecía la entidad. El erario estaba en crisis y por eso autorizó un aumento a
los impuestos sobre las mercancías que se exportaran tanto al interior del país
como al extranjero. Los sueldos de los funcionarios fueron rebajados y prohibió
la circulación de bonos y billetes emitidos por el gobierno anterior de Miguel
L. Cornejo. En su lugar se autorizaron los billetes de circulación nacional
emitidos en Chihuahua, Durango, Sonora y Sinaloa.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;">En el mes de marzo Ortega hizo un recorrido por el sur de la
entidad y pudo darse cuenta de las condiciones de pobreza en que vivían muchas
familias y la carencia de productos alimentarios. Para remediar un poco la
situación, ordenó al presidente municipal de San José del Cabo comprara directamente
a los agricultores sus productos, entre ellos el frijol, calabaza y camote, a
fin de venderlos a precios accesibles a las familias y el resto poder enviarlo
a ciudades de la contracosta para cambiarlos por café, arroz, maíz o harina de
trigo.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;">Hizo más a favor del pueblo desprotegido. A los ganaderos
les exigió que le vendieran al gobierno parte de las reses destinadas al
consumo. Compradas a un precio justo, se vendió la carne a 30 centavos el
kilogramo y el resto se distribuyó de forma gratuita a las familias de los
pueblos de El Triunfo y San Antonio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;">Pero lo más trascendente de su gobierno y que causó profundo
malestar entre los comerciantes de <st1:personname productid="La Paz" w:st="on">La
Paz</st1:personname>, fue la creación de una tienda proveedora que tendría
como función proporcionar mercancías a precios justos. Para ello la proveedora
adquirió productos directamente de los agricultores y apoyó económicamente a un
grupo de pescadores a fin de que le entregaran lo que habían sacado del mar. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;">En una crónica que escribí hace tiempo, afirmé que Félix
Ortega fue un hombre visionario y que se adelantó en muchos años a la creación
de <st1:personname productid="la Compa■a Nacional" w:st="on"><st1:personname productid="la Compa■a" w:st="on">la Compañía</st1:personname> Nacional</st1:personname>
de Subsistencias Populares (CONASUPO), en 1962. Esta compañía fue creada con el
fin de garantizar la compra y regulación de precios en productos de la canasta
básica, en particular el maíz. Cuando desapareció en 1999, fue sustituida por
Diconsa que cumple con el mismo objetivo y que opera hasta la fecha en las
zonas más marginadas del país. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;">Como era natural, las medidas tomadas por Ortega en
beneficio del pueblo no fueron del agrado de los comerciantes de <st1:personname productid="La Paz" w:st="on">La Paz</st1:personname> ya que afectaban sus
intereses económicos. Y aunque al principio estuvieron de acuerdo, pudo más su
avaricia y la defensa de sus capitales, por no mencionar la pérdida de su poder
político. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;">En el mes de abril empezaron a conspirar para quitar del
gobierno a Ortega. Pero fue hasta el 29 de mayo cuando la mayor parte de la
guarnición de <st1:personname productid="La Paz" w:st="on">La Paz</st1:personname>
se sublevó encabezada por el jefe de armas Eduardo Burns. Antes de ser hecho
prisionero, logró huir en una embarcación rumbo a Santa Rosalía y Guaymas.
Acéfalo el gobierno, se nombró una junta de gobierno integrada por Luis Pozo,
Eduardo S. Carrillo, Felipe R. Cota y Eduardo Burns. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;">Poco tiempo les duró el gusto pues en el mes de julio el
gobierno de Carranza nombró al mayor Urbano Angulo como jefe político y militar
del Distrito Sur de <st1:personname productid="la Baja California." w:st="on"><st1:personname productid="la Baja" w:st="on">la Baja</st1:personname> California.</st1:personname>
Éste, de inmediato, se dedicó a desconocer las reformas económicas de Ortega a
fin de corresponder al apoyo que le brindaron los comerciantes de <st1:personname productid="La Paz." w:st="on">La Paz.</st1:personname> <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;"><st1:personname productid="La Paz." w:st="on"><br /></st1:personname></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;">Yo siempre he pensado que si el general Félix Ortega Aguilar
se hubiera afiliado al gobierno de Carranza y no al de <st1:personname productid="la Convencin" w:st="on">la Convención</st1:personname> respaldada
por Francisco Villa, otro gallo le hubiera cantado y quizá hubiera sido un
extraordinario gobernante. Sus iniciativas a favor de las clases desprotegidas,
el conocimiento que tenía del pueblo sudcaliforniano y el apoyo que recibiría
del gobierno central seguramente le iban a permitir continuar con sus reformas
económicas y sociales.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<span style="font-family: Arial; font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Pero no
fue así. El hombre líder de la revolución en Baja California Sur en 1913 y
1914, el sudcaliforniano que estuvo presente en <st1:personname productid="la Convencin Soberana" w:st="on"><st1:personname productid="la Convencin" w:st="on">la Convención</st1:personname> Soberana</st1:personname>
de Aguascalientes en el mes de octubre de 1814, el personaje que aceptó ser
comandante militar y cederle la jefatura del gobierno a Miguel L. Cornejo, el
que después lo traicionaría, no pudo lograr sus propósitos reformistas por que
se le acabó su tiempo.</span>Gerardo Ceja Garcíahttp://www.blogger.com/profile/03857279944800379457noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-287365902008500270.post-28205698745883800272012-12-22T11:52:00.000-08:002013-12-06T21:34:58.877-08:00José Portela, un fraile como pocos<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiAvNvhE1VveCh2_zWSWPuS5OK2aKQsu3On-kny0E92ayFTg3O8NniOPk6Hr-0Z1BWl9Zm7mR5vW7a8T10WbNEMgUf8xnAtk6kd3JJOfcscAvHjfiAv0IkOv3h92sS43nCMkiQ86Y8DR-g/s1600/Relatos+41.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiAvNvhE1VveCh2_zWSWPuS5OK2aKQsu3On-kny0E92ayFTg3O8NniOPk6Hr-0Z1BWl9Zm7mR5vW7a8T10WbNEMgUf8xnAtk6kd3JJOfcscAvHjfiAv0IkOv3h92sS43nCMkiQ86Y8DR-g/s1600/Relatos+41.jpg" height="320" width="178" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><i><u><span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Por: Leonardo Reyes Silva<o:p></o:p></span></u></i></b><br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><a href="mailto:lrsilva@prodigy.net.mx">lrsilva@prodigy.net.mx</a></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En la conquista espiritual de las Californias, participaron
tres órdenes religiosas a partir del siglo XVII. Los primeros en llegar fueron
los jesuitas quienes fundaron 17 misiones, entre ellas Loreto, San Francisco
Javier, Santa Rosalía de Mulegé, Comondú, Nuestra Señora del Pilar de <st1:personname productid="La Paz" w:st="on">La Paz</st1:personname> y Todos Santos, entre
otras.</span><br />
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Fueron 78 padres de la orden de San Ignacio de Loyola los
que llegaron a la península, pero los que más se distinguieron fueron Juan
María de Salvatierra, Francisco María Píccolo, Juan de Ugarte, Jaime Bravo,
Juan Jacobo Baegert y Miguel del Barco. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En 1768, luego de la expulsión de los jesuitas del dominio
español, llegaron los franciscanos encabezados por fray Junípero Serra, quienes
en el corto tiempo que estuvieron en California fundaron la misión de San
Fernando de Velicatá y la visita de <st1:personname productid="la Presentacin" w:st="on">la Presentación</st1:personname> que estuvo atendida por el padre de
la misión de San Francisco Javier.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Cuando los franciscanos abandonaron la península en 1774
para fundar misiones en <st1:personname productid="la Alta California" w:st="on"><st1:personname productid="la Alta" w:st="on">la Alta</st1:personname> California</st1:personname>,
arribaron los dominicos mismos que fundaron nueve misiones en la parte norte de
la península, la mayoría de ellas actualmente en ruinas. Algunas fueron Nuestra
Señora del Rosario, San Vicente Ferrer, Santo Tomás de Aquino y San Telmo. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">De esa orden se recuerdan a los frailes Vicente Mora, Juan
Crespí, Miguel Hidalgo, Félix Caballero, Luis Sales y José Portela.
Precisamente de este último vamos a reseñar un pasaje de su estancia en la
misión de Santa Rosalía de Mulegé.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En los años de 1825, 1826, 1827 y 1828, Robert W. Hale
Hardy, de origen inglés, hizo un viaje por el interior de México, comisionado
por la “General Pearl and Coral Fishery Association” para “obtener del gobierno
de México el permiso exclusivo para pescar perlas y coral y obtener
informaciones sobre minas en la península de <st1:personname productid="la Baja California" w:st="on"><st1:personname productid="la Baja" w:st="on">la Baja</st1:personname> California</st1:personname>…”.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Hardy llegó a la península en 1826 y recorrió las costas del
golfo de California, desde Loreto hasta la desembocadura del río Colorado. Tal
como lo hiciera Fernando Jordán 125 años después, hace una descripción de los
lugares que visitó, de sus habitantes y sus costumbres. Y al llegar a Mulegé
tuvo un encuentro con el párroco del lugar, que pudo ser fray José Portela,
quien desde 1812 se había hecho cargo de la misión.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Cuando desembarcó, uno de los nativos lo llevó ante una
persona que describe como cargado de espaldas —con joroba, dice— y con una
nariz larga y puntiaguda. Vestía un mandil que le cubría desde el cuello hasta
las rodillas dejando al descubierto sus brazos. De pronto lo confundió con el
zapatero del lugar, pero grande fue su sorpresa cuando le dijeron que era el
sacerdote encargado de la iglesia de la misión.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Afecto a la conversación y al soliloquio, el padre arremetió
contra las creencias religiosas contrarias al catolicismo como el
protestantismo al que llamó “paganismo judío”. Y mientras despotricaba sobre el
tema, se persignaba y murmuraba “Jesús, María y José”. Afortunadamente avisaron
que la comida estaba servida y eso motivó que la discusión quedara pendiente.
También contribuyó a calmar los ánimos del buen cura los vasos de vino que se
tomó, aunque lo puso más locuaz que antes.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Invitado por Hardy a visitar el barco, al día siguiente
llegó acompañado por tres jovencitas y después de los saludos de rigor,
brindaron con un coñac español que fue del gusto del padre tanto, que no se
hizo del rogar cuando su anfitrión le regaló una botella. Pero con las
libaciones, a la hora de partir, el cura ya andaba como decimos nosotros
“achispado”.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Ya en la playa, lo esperaban dos cabalgaduras en una de las
cuales se subieron él y una de las muchachas, y en la otra las dos restantes.
“A ver si llega bien” pensó Hardy, al ver como se bamboleaba el sacerdote. En
efecto, no llegó bien a su destino, pues a medio camino él y la jovencita se
cayeron del caballo. Por fortuna no tuvieron heridas de consideración, salvo la
pérdida de la botella de coñac que se hizo añicos en las piedras y que mucho
lamentó fray José.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Al día siguiente de este suceso, cuando Hardy fue a
despedirse, encontró al padre Portela en su casa consolando a la jovencita que
iba con él en el caballo y curándole los raspones de su cuerpo. Al fraile no le
pasó nada, ya que su aspecto físico parecido a una pelota, lo hizo rodar sin
consecuencias.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Aprovechó Hardy su estancia en Mulegé para enterarse del
control que sobre las propiedades y las familias nativas tenía el sacerdote. La
misión era dueña de muchos terrenos y los indios prestaban sus servicios sin
remuneración alguna. Cuando oficiaba una ceremonia de matrimonio el padre les
cobraba mil quinientos pesos que debían pagarlos con trabajo. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">En ese
entonces el pueblo de Mulegé tenía unas 40 casas y los cultivos de cítricos,
dátiles, uvas y aceitunas pertenecían en gran parte a la iglesia. Dice Miguel
Mathes que la misión de Santa Rosalía de Mulegé fue abandonada en el año de
1828 y con ello, de seguro, dejó el lugar el buen fraile José Portela.</span>Gerardo Ceja Garcíahttp://www.blogger.com/profile/03857279944800379457noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-287365902008500270.post-52599896174885512202012-12-08T20:34:00.000-08:002013-12-06T21:21:26.865-08:00Hernán Cortés en California<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh62dR1kqvkvisbP-HsdG0UglPYWcZGPnVqK3yj0op-Yhs5CV_s4g5FhEIz4njGxRY99Xt0RqWOVyfH1Gd18enYba9U120bwXRWQAcwMtrl1Tah55SFmgAY4kN-y0W6MKjNBcdckrX3xb8/s1600/Relatos+40.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh62dR1kqvkvisbP-HsdG0UglPYWcZGPnVqK3yj0op-Yhs5CV_s4g5FhEIz4njGxRY99Xt0RqWOVyfH1Gd18enYba9U120bwXRWQAcwMtrl1Tah55SFmgAY4kN-y0W6MKjNBcdckrX3xb8/s1600/Relatos+40.jpg" height="320" width="178" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><i><u><span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Por Leonardo Reyes Silva<o:p></o:p></span></u></i></b><br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><a href="mailto:lrsilva@prodigy.net.mx">lrsilva@prodigy.net.mx</a></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Después de muchos años de espera, Hernán Cortés pudo iniciar
las exploraciones hacia la mar del Sur. Pero los primeros intentos habían
resultado un fracaso, ya que la primera en 1532 y la segunda en 1533 no
tuvieron resultados satisfactorios. Aunque la segunda al mando de Fortún
Jiménez llegó a una tierra desconocida. Al regresar los sobrevivientes —los
indios mataron a la mayoría de la tripulación, entre ellos al propio Jiménez— a
la contracosta, relataron que en esa tierra habían encontrado hermosas perlas,
lo que despertó el interés de Cortés por conocerla.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En tres naves, la <i>Santo
Tomás</i>, <i>San Lázaro</i> y <i>Santa Agueda</i> partió del puerto de
Chiametla rumbo al lugar descubierto por Jiménez. Cruzó sin contratiempos el
golfo y llegó a la península el 1º. de mayo. Recorrió parte de sus costas,
descubriendo varias islas pequeñas a las que llamó Santiago (hoy Cerralvo), San
Miguel (hoy Espíritu Santo) y San Cristóbal (hoy isla Partida). El 3 de mayo
desembarcó en la actual bahía de <st1:personname productid="La Paz. Ahí" w:st="on">La
Paz. Ahí</st1:personname>, con el ceremonial requerido tomó posesión de las
tierras que había descubierto en el mar del Sur, a nombre del rey de España,
Carlos V, y le dio el nombre de Puerto y Bahía de Santa Cruz.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En el acta que se levantó dice que como señal de posesión,
Cortés se paseó por la playa arrojando puñados de arena, señaló con su espada
varios árboles y mandó a su gente que lo tuvieran como Gobernador de su SM de
aquellas tierras, <i>sin contradicción de
persona alguna que ende anduviese ni paresciere…</i><o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><i><br /></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Pero sí hubo oposición. Uno de los soldados que lo
acompañaban luego de saltar a tierra, oyó decir “que habían venido hasta
cincuenta o sesenta indios a defender la entrada, haciéndoles rayas que no
pasasen”. Y es que los nativos que habitaban la bahía eran los guaycura, los
mismos que un año y meses antes habían asesinado a Fortún Jiménez y 20
tripulantes de la nave <i>La Concepción.<o:p></o:p></i></span><br />
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><i><br /></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Siempre se ha especulado que los mataron por que
pretendieron abusar de las mujeres, aunque esto no ha sido confirmado. Más bien
—piensa Carlos Lazcano— que fue porque los españoles se apropiaron de las
fuentes de agua, líquido vital para ellos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">El misionero jesuita Jaime Bravo, fundador de <st1:personname productid="la Misión" w:st="on">la Misión</st1:personname> de <st1:personname productid="La Paz" w:st="on">La Paz</st1:personname> en 1720, da fe de ello: “<i>escondidos entre mezquitales y otros árboles
que estaban inmediatos al aguaje, desde donde disparaban flechazos los
guaycuras a los buzos siempre que venían a hacer aguada, y para poderla hacer
había de estar disparando tiros a dicho monte…”.</i><o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><i><br /></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Entre los años de 1535 y 1536 existió un pueblo español en
la bahía de Santa Cruz. Pero, ¿cómo vivieron Cortés y sus hombres en ese
tiempo? ¿Se llevaron bien con los indios? Al respecto nadie dejó testimonio
escrito de los sucesos. Lo poco que se conoce son las declaraciones verbales de
algunos soldados que se dieron de baja y regresaron a la contracosta. <o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Por ellos se supo las calamidades que pasaron los colonos
por falta de comida. Varios murieron de hambre y otros ante la desesperación
comieron yerbas dañinas que les causó la muerte. Muchos caballos murieron y
otros los sacrificaron para aprovechar su carne. Total, declararon los
entrevistados fueron unos quince españoles y no menos de 120 entre indios
amigos y negros esclavos los que murieron en ese intento de conquista.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Ante este panorama desolador, Cortés tuvo que regresar a <st1:personname productid="La Paz" w:st="on">la Nueva España</st1:personname>, aunque dejó
parte del contingente bajo el mando de Francisco de Ulloa, con la promesa de
sostenerlos con provisiones. Al cabo de unos meses, también ese grupo abandonó
el puerto.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Lo positivo de este intento colonizador es que Cortés puso a
la tierra descubierta en la cartografía del mundo y por primera vez la bahía de
<st1:personname productid="La Paz" w:st="on">La Paz</st1:personname> apareció
en los mapas con el nombre de Santa Cruz. Así lo comprueban los mapas de Cortés
de 1536 y el de Domingo del Castillo de 1541.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US;">La presencia del conquistador español en
California es la raíz de lo bajacaliforniano. Y ese es un mérito que debemos
reconocerle. En mi libro “<st1:personname productid="La Paz" w:st="on">La Paz</st1:personname>
y sus historias” escribí “En México se recuerda poco al fundador de nuestra
ciudad. Dos o tres monumentos sin trascendencia y la reconstrucción de la
exhacienda de Cortés de San Antonio Atlacomulco. Aquí en <st1:personname productid="La Paz" w:st="on">La Paz</st1:personname> existe un fraccionamiento
llamado “El pedregal de Cortés”. Y teníamos el mar de Cortés o mar Bermejo que
se cambió después por el de golfo de California”. </span>Gerardo Ceja Garcíahttp://www.blogger.com/profile/03857279944800379457noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-287365902008500270.post-90740925141333943322012-11-24T12:55:00.000-08:002013-12-06T21:21:00.540-08:00¿Qué pasó con la misión de San José de Comondú? <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5IsbLpCeHkCugGq-WRG0tzI5pJooPBiwdOrNNyZME0j5WUOTslMXQC3qQZNMOrH2MKDTcfc1cYBiupmNvqj8Ju2inEq5efJljob4jsc7DZnTh0DFr_sZHA8OM6L5wxYBMAsyKJ12ULVM/s1600/Relatos+39.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5IsbLpCeHkCugGq-WRG0tzI5pJooPBiwdOrNNyZME0j5WUOTslMXQC3qQZNMOrH2MKDTcfc1cYBiupmNvqj8Ju2inEq5efJljob4jsc7DZnTh0DFr_sZHA8OM6L5wxYBMAsyKJ12ULVM/s1600/Relatos+39.jpg" height="320" width="177" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><i><u><span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Por Leonardo Reyes Silva<o:p></o:p></span></u></i></b><br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><a href="mailto:lrsilva@prodigy.net.mx">lrsilva@prodigy.net.mx</a></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Desde el año de 1708 en que el padre Julián Mayorga fundara
la misión de San José de Comondú y que en 1750 el padre Franz Inama construyera
la iglesia de piedra, no deja de sentir lástima el triste fin que tuvo la
misión y la destrucción de ese centro religioso.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Cuando atendieron la misión los padres jesuitas convirtieron
a ese lugar en un centro de productividad a la vez que llevaban a cabo su labor
de evangelización. Narran las crónicas que allí se cultivaban trigo, maíz,
frijol, caña de azúcar, vides, higueras y datileros, aprovechando canales de
riego construidos con grandes esfuerzos.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Además la cría de ganado era importante. Tenía borregos,
cabras, vacas, caballos y mulas en un aproximado de tres mil cabezas. Eso sin
contar el que se encontraba remontado. Y todo esto lo cuidaba el misionero
auxiliado por los indios neófitos de la misión.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En 1773 cuando los padres franciscanos entregaron las
misiones a los frailes dominicos, informaron que la iglesia había sido
construida con tres naves techadas, cada una con su bóveda de cañón y un piso
de piedra labrada, Las paredes del edificio se adornaron con nueve oleos con
paisajes de la vida de San José.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Todavía a finales del siglo XVIII se daban informes de la
iglesia que medía <st1:metricconverter productid="1932 a" w:st="on">25 metros</st1:metricconverter>
de largo por 10 de ancho. Ese recinto religioso fue uno de los más hermosos de
toda California. Todavía en 1795 existían las paredes decoradas con 25 óleos y
esculturas. En el patio exterior sobre una armazón de madera pendían seis
campanas, tres de las cuales se conservan en el interior de lo que queda de la
misión. <o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Las naves tenían cada un prebisterio con su altar separado
del área de los fieles. El altar de la nave central destacaba por su bello
retablo dorado y una escultura de San José con el Niño. Lo que sí debe hacerse
mención es la existencia de una biblioteca con 126 libros enviados desde la
ciudad de México por el virrey De Croix.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Pero ya para los primeros años del siglo XX la iglesia había
sufrido daños irreparables. León Diguet, en su recorrido que hizo por la
península en 1912 visitó San José de Comondú y de ella escribió que: “La misión
que originó el establecimiento de la misión está actualmente en ruinas. Por su
parte, Aurelio de Vivanco autor del libro titulado <i>Baja California al Día</i>, dice lo siguiente: “En la actualidad la
misión está casi en ruinas… por personas que llegaron hasta nosotros al visitar
esa región, supimos que en una ocasión un gobernador del Distrito Sur había
ordenado la venta de la iglesia para que se pudieran aprovechar los ladrillos… de
la misión queda por ahora un solo cuarto en buen uso…” Y eso lo escribió en
1924.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Fue al gobernador Juan Domínguez Cota a quien se le achaca
ese sacrilegio. Incluso corre el mito que la casa que construyó en <st1:personname productid="La Purísima" w:st="on"><st1:metricconverter productid="1932 a" w:st="on">La Purísima</st1:metricconverter></st1:personname> fue hecha con las
piedras de la misión, lo cual no deja de ser exagerado ya que Domínguez gobernó
en los años de <st1:metricconverter productid="1932 a" w:st="on">1932 a</st1:metricconverter>
1937 y para esas fechas la misión ya estaba en ruinas y los escombros
desperdigados por doquier.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Lo que sí es verdad históricamente es que en el periodo del
general mandó construir una escuela de material, pero de ladrillo no de piedra.
Y después continuó con otra hecha con el mismo material. En el informe que
rindió al presidente de la república aparecen las construcciones mencionadas.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Como quiera que haya sido, uno de los monumentos religiosos
de los jesuitas ha desaparecido. De su recuerdo quedan dos habitaciones que se
han acondicionado como capilla. Y no hay a quien echarle la culpa. ¿Al cambio
de los dominicos por los franciscanos? ¿Al abandono de la misión en 1827 por
falta de población? ¿A la desidia de los frailes dominicos que no se
preocuparon por conservar el templo y la misión? ¿O fue, en último caso la
impotencia de los frailes al no contar con la mano de obra suficiente para
restaurarlos?<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US;">A lo mejor esto último se justifica ya que en
1800 los habitantes de ese bello lugar no pasaban de ochenta cuando en 1772 sumaban
322 indígenas. Y con ese reducido número de personas nada se podía hacer.
También es posible que los frailes que nunca tuvieron los medios económicos
suficientes no pudieran hacer las reparaciones, ni mucho menos atender las
necesidades alimenticias de sus feligreses. Así es que cuando el último padre
dominico abandonó el lugar de seguro se fue con un dejo de tristeza y
frustración por no haber podido conservar lo que con tantos empeños edificaron
los misioneros jesuitas.</span>Gerardo Ceja Garcíahttp://www.blogger.com/profile/03857279944800379457noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-287365902008500270.post-17233241165463732522012-11-10T13:43:00.000-08:002013-12-06T21:20:23.639-08:00El visitador José de Gálvez en California<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixUD-d8FLC4tKhZH6LNgFVchNvnvvDIypeceIutZuovETRbTuoL4HVUu0nkrF9cM2qJoACDvdQpcWetfDAEFOpivnwpZJTABf3872NISGNO5C9scDd9k00OJLiwx29RrHSzEEPMDTKQK8/s1600/Relatos+38.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixUD-d8FLC4tKhZH6LNgFVchNvnvvDIypeceIutZuovETRbTuoL4HVUu0nkrF9cM2qJoACDvdQpcWetfDAEFOpivnwpZJTABf3872NISGNO5C9scDd9k00OJLiwx29RrHSzEEPMDTKQK8/s1600/Relatos+38.jpg" height="320" width="178" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><i><u><span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Por Leonardo Reyes Silva<o:p></o:p></span></u></i></b><br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><a href="mailto:lrsilva@prodigy.net.mx">lrsilva@prodigy.net.mx</a></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Corría el año de 1768 —un año después de la expulsión de los
jesuitas de California— cuando llegó a la península el visitador José de
Gálvez, que traía la encomienda de conocer de cerca las condiciones económicas,
materiales y sociales en que quedaron las 14 misiones que atendían desde 1697
los religiosos de la orden de San Ignacio de Loyola.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En 1764, el rey Carlos III lo nombró visitador general de
todos los Tribunales y Cajas Reales e intendente de todos los ejércitos de <st1:personname productid="la Nueva España." w:st="on">la Nueva España.</st1:personname> Al año
siguiente reorganizó el ejército y llevó a juicio al virrey Joaquín de
Monserrat que fue reemplazado por Carlos Francisco de Croix. Dos años después,
en 1767, Gálvez intervino para sofocar los motines y disturbios que ocasionó la
salida de los jesuitas, y ordenó juicios sumarios, ejecuciones y
encarcelamientos de por vida.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Llegó a Loreto y de inmediato comenzó a dar instrucciones
relacionadas con el reparto de las tierras, el repoblamiento de las misiones y
la reorganización de la administración en Loreto, a fin de hacerla más
eficiente. Y es que su primera impresión de las condiciones en que vivían los
indios conversos fue muy desfavorable. <o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En un informe que dirigió al virrey De Croix el 8 de
diciembre de 1768, le decía que “los indios vivían en la misma forma de vida
irracional y bárbara que tuvieron antes de ser convertidos… las misiones son
simplemente grandes haciendas en las que los misioneros, algunos sirvientes y
soldados tenían su alojamiento… los indios vagan en los alrededores,
generalmente desnudos buscando su comida, como siempre lo habían hecho”.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Aprovechando la sustitución de los padres jesuitas por los
franciscanos, puso como gobernador a Matías de Armona, nomás que éste poco pudo
hacer para cumplir con las disposiciones de Gálvez, más aún porque en 1772 los
misioneros franciscanos abandonaron la península para ir a fundar nuevos
centros religiosos en <st1:personname productid="la Alta California." w:st="on">la
Alta California.</st1:personname> Y en su lugar llegaron los frailes
dominicos.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Enterados los nuevos misioneros de las instrucciones De
Gálvez, pronto se dieron cuenta de la imposibilidad de cumplirlas. Y ello dio
motivo a una agria disputa entre el gobernador Felipe de Neve y el presidente
de las misiones, fray Vicente de Mora. Y es que el visitador dispuso que los
indios tuvieran derecho a la propiedad privada otorgándoles tres parcelas, dos
de temporal y una de riego por familia; que se pudieran dedicar a actividades
económicas además de las agrícolas También ordenó el traslado de grupos de
indios de unos lugares a otros con mejores perspectivas de vida.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Dice el historiador Salvador Bernabeu que las instrucciones De
Gálvez se calificaron de utópicas e irrealizables, ya que los intentos de
cumplirlas chocaron con la realidad bajacaliforniana. Aunque a la larga tales
disposiciones permitieron la colonización civil y la secularización de las
misiones. Colonización que ya no contó con la población indígena que fue
desapareciendo poco a poco. <o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En dos cartas que fray Vicente Mora envió al virrey Bucareli
en 1775 y 1777, expone las razones por las cuales no fue posible cumplir con
las instrucciones de Gálvez, sobre todo en lo referente a formar pueblos de
indios, así como el cambio de residencia de muchos de ellos. <o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Sobre esto último explicó que los indios se negaron a
abandonar su misión —como fue caso de Santa Gertrudis y San Borja— y amenazaron
con volverse gentiles, es decir, irse a los montes para vivir como antes. Y a
la fuerza hacer los traslados —decía el padre— es contrario a nuestras
convicciones cristianas. <o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Y en el caso de Loreto a donde se dispuso que fueran a vivir
otras familias, se preguntaba: “¿De qué sirve el aumento de familias en Loreto?,
si su terreno es tan estéril que apenas alcanza el pasto para las bestias y
para no poder trabajar las tierras por la escasez de las aguas y notoria
sequedad”.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Total que casi nada se hizo de los propósitos del visitador De
Gálvez. Lo que sí quedó claro al leer las cartas es el deterioro del sistema
misional y del difícil inicio de la colonización civil con el reparto de las
tierras. Además, las cartas revelan el eterno conflicto entre el poder civil y
el poder eclesiástico.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Lo único positivo que dejó José de Gálvez con su presencia
en California fue respaldar la orden del rey para poblar <st1:personname productid="la Alta California" w:st="on">la Alta California</st1:personname>,
contando con ello con la buena disposición de los misioneros franciscanos los
que en 1769 fundaron la misión de San Diego de Alcalá, la primera de ellas en
la región.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: EN-US;">Gálvez jamás volvió a California. De regreso a
la ciudad de México recibió la orden de trasladarse a España donde murió en el
año de 1787, luego de que el rey le diera el título de marqués de Sonora.</span>Gerardo Ceja Garcíahttp://www.blogger.com/profile/03857279944800379457noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-287365902008500270.post-87043142847326709832012-10-27T11:18:00.002-07:002013-12-06T21:19:48.412-08:00Bahía Magdalena, la ambicionada<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0rG1lh4Oq9RnA1t_YRWswQRumF0WIDCoBu_I1MmnYjYnIHMgKjt48xbK_gr-gT3SRiNWmTYN3XK3t5dVQfHi7rjs1W4rs2YpTECGirFXeP8VnGMqeYTPznsy2LW-ozzGlMtGhyphenhyphen2QyVys/s1600/Relatos+37.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0rG1lh4Oq9RnA1t_YRWswQRumF0WIDCoBu_I1MmnYjYnIHMgKjt48xbK_gr-gT3SRiNWmTYN3XK3t5dVQfHi7rjs1W4rs2YpTECGirFXeP8VnGMqeYTPznsy2LW-ozzGlMtGhyphenhyphen2QyVys/s320/Relatos+37.jpg" height="320" width="178" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 14pt;">Bahía Magdalena, la ambicionada</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><i><u><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Por Leonardo Reyes Silva<o:p></o:p></span></u></i></b><br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><a href="mailto:lrsilva@prodigy.net.mx">lrsilva@prodigy.net.mx</a></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Fue el navegante español Francisco
de Ulloa quien en 1539 hizo mención de la bahía Magdalena en su recorrido por
las costas de la península. “Encontramos —escribió en <st1:personname productid="la Relacin" w:st="on">la Relación</st1:personname> de su viaje— una
grande laguna sobre la que estábamos, de la entrada de ella, la cual era tan
grande que tiene más de veinte o veinticinco leguas de ojo, y la boca ancha y
tan hondable que pueden entrar en ella naos de cualquier grandeza que sea, la
cual está poblada de gente”.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Pero fue otro explorador, Juan
Rodríguez Cabrillo, el que mencionó por primera vez el nombre de Magdalena para
ponérselo a un puerto al norte de la isla. Años después, en 1602, Sebastián
Vizcaíno al recorrer la bahía le puso por nombre el que actualmente lleva:
Magdalena.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Cuando llegaron los misioneros
jesuitas a la península en 1697, ya era muy conocida por navegantes y
exploradores. Incluso se tuvo la pretensión de establecer un puerto donde
arribaran los galeones de Filipinas. Los propios misioneros en sus recorridos
por los litorales frente a la isla dieron informes de lo inhóspito de la
región. Pero no fue así con la bahía dado que en toda la segunda mitad del
siglo XVIII y parte del XIX, esa zona fue visitada por traficantes de
diferentes nacionalidades que llegaban para intercambiar telas y baratijas por
cueros de res, perlas, frutas y miel que les llevaban los nativos de las
rancherías cercanas.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">A la bahía llegaron también barcos
en busca de ballenas, explotación en la que también se beneficiaron los lugareños
utilizados para extraer el aceite de los animales sacrificados. Tanto el
contrabando como la cacería en la región de <st1:personname productid="la Magdalena" w:st="on">la Magdalena</st1:personname> hubiera
continuado si no es que lo evita el conflicto armado con los Estados Unidos en
los años de <st1:metricconverter productid="1846 a" w:st="on">1846 a</st1:metricconverter>
1847. <o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Después, con los movimientos
políticos que originaron <st1:personname productid="la Guerra" w:st="on">la
Guerra</st1:personname> de Reforma y <st1:personname productid="la Intervencin Francesa" w:st="on"><st1:personname productid="la Intervencin" w:st="on">la Intervención</st1:personname>
Francesa</st1:personname>, la bahía quedó en el olvido. Pero al triunfo de <st1:personname productid="la Repblica" w:st="on">la República</st1:personname>, la muerte de
Benito Juárez y el gobierno del general Porfirio Díaz, el interés por esa región
de <st1:personname productid="la Baja California" w:st="on"><st1:personname productid="la Baja" w:st="on">la Baja</st1:personname> California</st1:personname>
volvió a ser motivo de los Estados Unidos.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En efecto, en 1883 se iniciaron los
intentos de los norteamericanos de establecerse en la bahía. En ese año el
gobierno de los Estados Unidos inició las gestiones a fin de que nuestro país
le concediera permiso para establecer una estación carbonífera para uso de sus
buques de guerra. En ese entonces México no autorizó la petición aunque de
todas maneras la flota extranjera hacía prácticas navales en la bahía. <o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En 1907, durante el mandato de
Porfirio Díaz, el gobierno americano volvió a reiterar la petición para el
permiso de la estación carbonífera. En ese año, Díaz ya sentía “pasos en la
azotea” por las inconformidades contra su forma dictatorial de gobernar nuestro
país y por eso concedió el permiso por un lapso de tres años, que concluiría en
el año de 1910. Nunca se imaginó las consecuencias de su decisión.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En efecto y a raíz de ello, muchos
mexicanos creyeron que la bahía Magdalena se había vendido a los Estados
Unidos. Al término de la concesión y después de varias reuniones diplomáticas, el
gobierno americano accedió a retirar sus barcos carboneros y cancelar las
prácticas de tiro en la bahía. Por coincidencia, quince días después de
terminado las concesiones, llegaron a puertos mexicanos dos acorazados de
guerra japoneses para sumarse a los festejos del centenario de la independencia
de nuestro país.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">No lo hubieran hecho pues el
gobierno gringo puso el grito en el cielo diciendo que México había concertado
un pacto con ese país para que ocupara bahía Magdalena. Es más, se habló en la
prensa norteamericana de las intenciones niponas de colonizar <st1:personname productid="la Baja California." w:st="on"><st1:personname productid="la Baja" w:st="on">la Baja</st1:personname> California.</st1:personname> Fue tal la
alarma que nuestro país se vio obligado a rechazar categóricamente tales
acusaciones declarando que “México no permitiría jamás la ocupación de <st1:personname productid="la Magdalena" w:st="on">la Magdalena</st1:personname>, ni por
japoneses ni por ninguna potencia extranjera, incluyendo a los Estados Unidos”.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Esta posición estratégica de nuestra
bahía, ambicionada por los Estados Unidos, dio lugar a la construcción de una
base naval en Puerto Cortés de la isla Margarita, misma que a la fecha alberga
a 128 personas, entre marinos, pescadores y familiares. Cuenta además con una
pista de aterrizaje y una estación meteorológica.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Una de las mejores maneras de
protegerla es el poblamiento de sus costas, tal como se está haciendo con los poblados
pesqueros como Cancún y Puerto Chale. Pero, además, con las poblaciones de San
Carlos y Adolfo Mateos, cuyas embarcaciones recorren diariamente las aguas de
la bahía. Lejos han quedado ya los intentos de apoderarse de ella<i>.</i> Aunque por su posición estratégica
siempre existirá la posibilidad de ser ambicionada por otros países.</span></div>
Gerardo Ceja Garcíahttp://www.blogger.com/profile/03857279944800379457noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-287365902008500270.post-19968779817801812662012-10-13T14:29:00.000-07:002013-12-06T21:19:14.783-08:00La ola cívica de 1929<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgiVuNh34-K775HiH4VodzufT4r2O2DPNFsirHSU5IgQO9V8ztAvqqWLI_yLXDdF8_t8dZ1aRJV3OIMVR6NgpL5PxMuJZhUV4Zusq3TvbZLmq_PZGJF8tSikCeIakavRx3jDXYoKYpsfYM/s1600/Relatos+36.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgiVuNh34-K775HiH4VodzufT4r2O2DPNFsirHSU5IgQO9V8ztAvqqWLI_yLXDdF8_t8dZ1aRJV3OIMVR6NgpL5PxMuJZhUV4Zusq3TvbZLmq_PZGJF8tSikCeIakavRx3jDXYoKYpsfYM/s1600/Relatos+36.jpg" height="320" width="178" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 16.0pt;">La ola cívica de 1929<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><i><u><span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Por: Leonardo Reyes Silva<o:p></o:p></span></u></i></b><br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><a href="mailto:lrsilva@prodigy.net.mx">lrsilva@prodigy.net.mx</a></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Corría el año de 1929 cuando nuestro país se aprestaba a
llevar a cabo las elecciones presidenciales después del asesinato del
presidente electo Álvaro Obregón. En ese periodo fungía como presidente
provisional el lic. Emilio Portes Gil y su gobierno fue el que preparó los
comicios a realizarse en el mes de noviembre de ese año.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Como candidato oficial, el reciente creado Partido Nacional
Revolucionario postuló como candidato al ingeniero Pascual Rubio, de quien
siempre se dijo que era el recomendado del expresidente Plutarco Elías Calles,
Por el lado de la oposición figuraba el licenciado José Vasconcelos quien había
sido ministro de Educación Pública durante el mandato de Álvaro Obregón en el
período de <st1:metricconverter productid="1920 a" w:st="on">1920 a</st1:metricconverter>
1924.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En el mes de noviembre de 1928, Vasconcelos inició su
campaña en el pueblo de Nogales, Sonora, definiendo su postura como un político
que se enfrentaba a los grupos de poder adueñados del país. En el primer
discurso pronunciado en ese lugar, fijo su ideario político acusando al
gobierno de Calles de antidemocrático, amordazando las libertades del pueblo
para mantener un régimen dictatorial.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En Cananea dijo, entre otras cosas, que: “El principio
glorioso de la “No reelección”—se refería a Obregón— consagrado con la sangre
de tantos mártires, debe ser inscrito de nuevo en nuestra Carta Fundamental… Además,
junto con la reelección, es urgente fijar las responsabilidades de ese amo
absoluto que es entre nosotros el Presidente… Urge pues, reformar <st1:personname productid="la Constitución" w:st="on">la Constitución</st1:personname> en el
sentido de que el presidente sea enjuiciable en casos como la violación
electoral manifiesta, o cuando se consuman fusilamientos, prisiones arbitrarias
o expulsión de ciudadanos…”<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Ante tales cuestionamientos fue natural que se considerara a
Vasconcelos como un peligro potencial para la clase gobernante, más aún
considerando que era un candidato con arrastre popular. Y este, con un valor a
toda prueba, quiso iniciar su campaña en el estado de Sonora, el feudo de
Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles. <o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En un ambiente de amenaza pero protegido por sus
partidarios, realizo reuniones en Cananea, Magdalena, Hermosillo, Guaymas y
Cajeme —hoy ciudad Obregón— y en todas hubo un respaldo popular extraordinario.
Obreros, amas de casa, campesinos, estudiantes, incluso de la burocracia
asistieron a sus mítines, desafiando con ello a las autoridades del Estado. <o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En ese camino por la democracia recorrió los estados de
Sinaloa, Nayarit y Jalisco, hasta llegar a la propia capital de republica, siempre
con un respaldo del pueblo sin precedentes. En la ciudad de México recibió el
respaldo del Partido Nacional Antireeleccionista y de otros grupos
independientes. Vasconcelos tenía la seguridad de lograr el triunfo en los
comicios del mes de noviembre, muy a pesar de los actos represivos del
gobierno. <o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Pero las cosas no sucedieron así. Cuando dieron a conocer
los resultados de las elecciones, el candidato oficial, ingeniero Pascual Ortiz
Rubio obtuvo el 93.58 % de los votos y 5.42% de Vasconcelos. Desde luego, los
comicios fueron una farsa. El ejercito controló las mesas en todo el país,
amedentro a los ciudadanos y hubo robo de urnas. <o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Aquí en <st1:personname productid="La Paz" w:st="on">La Paz</st1:personname>
y en toda la entidad la votación fue unánime para Ortiz Rubio. Contribuyo a ello
la propaganda que hizo el Partido “Gral. Manuel Márquez de León” que apoyo al
candidato oficial con la participación de distinguidos ciudadanos, entre ellos
Rafael Montes, Alejandro Moreno, Gilberto Arriola, Sebastian Díaz Encinas, Juan
Bertin y Carlos Salgado.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Hubo un intento de respaldo para Vasconcelos cuando en esta
ciudad se formo el partido de Consolidación Socialista Nacional, aunque se
ignoran los nombres de la directiva. De todas maneras, por solicitud del
Partido Nacional Antirreeleccionista quedó registrado en los ayuntamientos el
nombre de José Vasconcelos como candidato a la presidencia de <st1:personname productid="la Republica. Pero" w:st="on">la Republica. Pero</st1:personname>
aun así, esa ola cívica no llego a Baja California Sur.</span></div>
Gerardo Ceja Garcíahttp://www.blogger.com/profile/03857279944800379457noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-287365902008500270.post-47249674889697718012012-09-29T13:18:00.000-07:002013-12-06T21:18:45.228-08:00Amado Aguirre y la rebelión de 1929<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFskOC9kTNqiAaLtV-oTgCQFvtNsnPNdJxMKuZE1wiAughkPPEfmlPPHwGvReGDNAYV5OdL_YcT4HEFreNvEkCgYLCNTcsHapqbMej_p3l-PoqyRPBAnKbkYnOKe1ovLn44GRvSexom3g/s1600/Relatos+35.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFskOC9kTNqiAaLtV-oTgCQFvtNsnPNdJxMKuZE1wiAughkPPEfmlPPHwGvReGDNAYV5OdL_YcT4HEFreNvEkCgYLCNTcsHapqbMej_p3l-PoqyRPBAnKbkYnOKe1ovLn44GRvSexom3g/s320/Relatos+35.jpg" height="320" width="178" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 16.0pt;">Amado Aguirre y la rebelión de 1929<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><i><u><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Por: Leonardo Reyes Silva<o:p></o:p></span></u></i></b><br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><a href="mailto:lrsilva@prodigy.net.mx">lrsilva@prodigy.net.mx</a></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">El 1º. de noviembre de 1927 llegó
como gobernador del Territorio Sur de <st1:personname productid="la Baja California" w:st="on"><st1:personname productid="la Baja" w:st="on">la Baja</st1:personname> California</st1:personname>, el general e
ingeniero Amado Aguirre. Venía precedido de una amplia carrera militar en la
revolución mexicana y fue, en 1917, uno de los diputados constituyentes
creadores de nuestra Carta Magna. Figuró en puestos importantes en los
gobiernos de Carranza, Obregón y Plutarco Elías Calles.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Dedicado a atender los problemas más
urgentes de la entidad, pronto demostró excelentes dotes de administrador
poniendo en orden las finanzas y aplicando programas en beneficio de los
campesinos y de la población en general. Y así hubiera transcurrido su
gobierno, si no es que un movimiento armado en 1929 alteró la tranquilidad de
nuestra ciudad.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Desde el mes de diciembre de 1928
gobernaba el país el licenciado Emilio Portes Gil, presidente provisional a
raíz del asesinato del presidente electo Álvaro Obregón. Y fue en el mes de
marzo de 1929 cuando un grupo de generales encabezado por José Gonzalo Escobar
se rebelaron en contra del gobierno establecido, llamando a las armas a toda la
república. <o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Fue un levantamiento muy grave para
la paz de nuestro país, sobre todo por que regiones militares como Sonora y
Veracruz lo apoyaron así como algunos diputados y senadores. Fue por ello que
el presidente Portes Gil ordenó sofocar esa rebelión y en menos de mes y medio
dos de los principales sublevados fueron sentenciados a la pena de muerte, con
excepción del general Escobar quien se refugió en los Estados Unidos. <o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En esa sublevación un grupo de
militares pertenecientes a la guarnición de la ciudad de <st1:personname productid="La Paz" w:st="on">La Paz</st1:personname> se pusieron de su parte,
se apoderaron del cuartel, de la comandancia de policía y querían que el
gobernador Aguirre secundara sus intenciones… Lo invitaron para que se sumara a
las fuerzas rebeldes de los generales Francisco R. Manzo y Fausto Topete, en el
estado de Sonora. <o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">La entrevista de los amotinados y el
general Aguirre tuvo lugar en la casa habitación de este último. En vano
pretendió hacerlos desistir de la idea de traicionar su deber de soldados
leales al gobierno constituido, por que además, estaba seguro, que esa rebelión
no tenía pies ni cabeza, ya que no se sabía el propósito que los guiaba.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">A pesar de sus argumentos, los
militares no desistieron de sus intenciones y fue tal el cinismo de uno de
ellos, el mayor Daniel Canto, que le pidió le entregara su pistola
ametralladora Thompson, a lo que Aguirre les contestó con tono airado: “Ah, se
trata de desarmarme, pues cuando me hayan fusilado o matado en cualquier forma
se llevarán las armas que el Supremo Gobierno ha puesto en mis manos para su
defensa”.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Ante la digna actitud del
gobernante, optaron por retirarse a fin de preparar su salida del puerto
aprovechando el barco “Washington” surto en la bahía. Mientras tanto, el
general Aguirre se dirigió a la casa de gobierno a fin de proteger el dinero
destinado a los sueldos de los empleados. Puso en resguardo a través de la
empresa Ruffo Hermanos 45 mil dólares que fueron depositados en un banco de San
Francisco, California.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Aunque los militares sublevados ya
habían salido de <st1:personname productid="La Paz" w:st="on">La Paz</st1:personname>,
Aguirre se preparó para una probable invasión de parte de los escobaristas.
Pidió refuerzos, armas y municiones para enfrentar cualquier contingencia. En <st1:personname productid="La Paz" w:st="on">La Paz</st1:personname> reclutó a cien hombres
dispuestos a la defensa de la ciudad. Y fue en esos días cuando tuvo lugar un
suceso que pudo alterar la paz pública.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Resulta que el general Aguirre fue
informado de un intento de rebelión en contra de su gobierno por parte de los
coroneles Félix y José Ortega, hijos del general revolucionario Félix Ortega
Aguilar. Por si las dudas, cuando estos dos militares en estado de embriaguez gritaron
vivas a los generales Manzo y Topete, los mandó detener, y sólo los dejó en libertad
cuando su padre intercedió por ellos.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En cuanto a la negativa del general
Aguirre de sumarse a la sublevación escobarista, sus palabras resultaron
proféticas. Derrotado el movimiento, los generales José María Aguirre y Jesús
Palomera López fueron pasados por las armas, mientras que otros tuvieron que
huir al extranjero, entre ellos José Gonzalo Escobar y Francisco R. Manzo.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Dicen las crónicas que con los
millones saqueados a los bancos de Monterrey y Torreón, el general Escobar
compró una hacienda en un lugar de Canadá donde vivió muchos años. En 1943
volvió a nuestro país y en 1969 murió en la ciudad de México. <o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Por su parte, el general Amado
Aguirre entregó el gobierno del Territorio al también general Agustín Olachea
Avilés, en el mes de agosto de 1929. De Aguirre dice el historiador Miguel León
Portilla: “<i>La fecunda vida del ingeniero
minero, general revolucionario, estudioso de la historia, hombre de proverbial
honradez, gobernante por cerca de dos años en Baja California Sur, concluyó a
los 86 años de edad en la ciudad de México, el 22 de agosto de <st1:metricconverter productid="1949”" w:st="on">1949”</st1:metricconverter></i>.<o:p></o:p></span></div>
Gerardo Ceja Garcíahttp://www.blogger.com/profile/03857279944800379457noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-287365902008500270.post-3436781198015861572012-09-15T10:29:00.000-07:002013-12-06T21:18:13.910-08:00Fernando Consag, el misionero<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQOCI5t9eiFMd9pJlvo8qHSPKgbgrLhHbizMlJ0ePQHG-yoXyguZc4dRakuAJ3epje-0vfzo7CI_BO8a1W_qxF9VmNe4KLnJtSX4nrj45diRuHJ6O7wuDlUKGz24p7kMJs65lTZqQNmS4/s1600/Relatos+34.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQOCI5t9eiFMd9pJlvo8qHSPKgbgrLhHbizMlJ0ePQHG-yoXyguZc4dRakuAJ3epje-0vfzo7CI_BO8a1W_qxF9VmNe4KLnJtSX4nrj45diRuHJ6O7wuDlUKGz24p7kMJs65lTZqQNmS4/s320/Relatos+34.jpg" height="320" width="178" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 14.0pt;">Fernando Consag, el misionero<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Para Carlos Lazcano<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><i><u><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Por: Leonardo Reyes Silva<o:p></o:p></span></u></i></b><br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><a href="mailto:lrsilva@prodigy.net.mx">lrsilva@prodigy.net.mx</a></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Llegó a la mitad de la cruzada
jesuítica en <st1:personname productid="la Baja California." w:st="on"><st1:personname productid="la Baja" w:st="on">la Baja</st1:personname> California.</st1:personname>
Llegó en 1732 y a pesar de ello, su vida y su obra ha sido muy difundida tanto
como las de Juan María de Salvatierra y Juan de Ugarte. Y los responsables de
ese reconocimiento ha sido el pueblo del Estado de Baja California, en especial
de los habitantes de la ciudad de Ensenada. <o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Para ellos, Consag fue el iniciador
del poblamiento de esa región, el que trazó los primeros caminos y dio a
conocer las características de esa amplia zona de la parte sur del hoy Estado
de Baja California. Y, desde luego, por que fue el fundador de la misión de
Santa Gertrudis <st1:personname productid="la Magna" w:st="on">la Magna</st1:personname>
en 1737. Por sus exploraciones realizadas en esos años, demostró que <st1:personname productid="la California" w:st="on">la California</st1:personname> era
península y no isla, además de elaborar los primeros planos de esa desértica
región.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En el año de 1746 organizó una
expedición por mar con el propósito de llegar a la desembocadura del río
Colorado, pero aprovecho ese recorrido para ponerle nombres a los lugares que
iba descubriendo, nombres que actualmente están en uso, como bahía de los
Ángeles, bahía de San Luis Gonzaga, San Felipe y la isla de San Ignacio
(Montague) en el entronque con el río.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En 1732 llegó a la misión de San
Ignacio Kadakaamán, que en ese tiempo era la más alejada de Loreto. Llevaba la
encomienda de fundar otra misión más al norte, pero en tanto ayudaría al padre
Sebastián Sistiaga encargado de San Ignacio, quien le enseñaría las labores
propias de un misionero, así como la práctica de la lengua de los indígenas
cochimí, habitantes de esa amplia región de la parte central de la península. <o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En 1737, el padre visitador Andrés
García nombró a Consag como titular de la misión de Nuestra Señora de los
Dolores del Norte alejada unos <st1:metricconverter productid="140 kilmetros" w:st="on">140 kilómetros</st1:metricconverter> al norte de San Ignacio. Pero
dadas las carencias económicas esa misión tuvo que ser atendida desde la misión
donde estaba asignado. Aún así logró catequizar y bautizar a un número
considerable de indígenas.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Fueron muchos años que Consag dedicó
a la misión de Los Dolores, aunque con una interrupción de tres años cuando fue
nombrado Visitador de las misiones establecidas en la península desde San José
del Cabo hasta la de San Ignacio. Cumplido ese encargo, de nueva cuenta volvió
a atender su misión de Nuestra Señora de los Dolores del Norte. En 1751, por su
propia iniciativa, se cambió la sede de la misión hasta un paraje conocido como
<st1:personname productid="La Piedad" w:st="on">La Piedad</st1:personname>,
lugar donde Consag instaló la misión de Santa Gertrudis <st1:personname productid="la Magna" w:st="on">la Magna</st1:personname>, en sustitución de la
anterior de Los Dolores. <o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En ese mismo año de 1751, la misión
de Santa Gertrudis quedó a cargo del padre Jorge Retz quien de inmediato
continuó con la catequización de los indígenas e inició trabajos agrícolas que
los proveyeron de trigo, maíz, así como de frutas como los higos, dátiles,
cítricos y uvas. Con estas últimas se elaboró el primer vino conocido en esa
región. Hasta eso, el padre Consag desde San Ignacio siempre le brindó toda la
ayuda posible. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En la ciudad de Ensenada existe la
que se llama “Sociedad de <st1:personname productid="la Antigua California" w:st="on"><st1:personname productid="la Antigua" w:st="on">la Antigua</st1:personname>
California</st1:personname>”. Ésta, junto con otras instituciones culturales,
llevó a cabo en el año 2009 un homenaje a Fernando Consag por su contribución
al conocimiento y desarrollo del Estado de Baja California. En el ciclo de
conferencias se contó con distinguidos historiadores como Miguel León Portilla,
Jorge Martínez Zepeda, Mijo Korade y Simona Binková, estos dos últimos
invitados que llegaron de Croacia —de donde era originario Consag— y de Praga.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Mención aparte merece Carlos Lazcano
Sahagún quien fue de los principales organizadores del homenaje. Pero, además,
porque él y Denis Pericic publicaron en el 2001 un interesante libro al que
titularon “Fernando Consag, textos y testimonios” Las palabras de Carlos no
tienen desperdicio:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">“Algunos años atrás visité la misión
de Santa Gertrudis… Fue una experiencia impactante. Muchos kilómetros de una
terracería muy mala, recorriendo planicies y mesetas desérticas y de pronto,
como en medio de la nada, surgió un templo de cantera, excelentemente conservado…
La misión se encuentra en el fondo de una cañada, rodeada por un palmar de
dátiles… La huerta aún existe y los viñedos iniciados por los misioneros aún
producen uvas. La pila misional funciona y sus acequias siguen conduciendo
agua. El manantial sigue produciendo agua…”<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">El día 10 de septiembre de 1759,
entre las ocho y las nueve de la noche, murió el padre Consag en su misión de
San Ignacio. Tenía 55 años de edad y 27 de misionero en California. A su
memoria, en el mes de junio de 2009 se inauguró el bulevar Fernando Consag a la
entrada de la ciudad de Ensenada. Y también un mirador con su nombre. <o:p></o:p></span></div>
Gerardo Ceja Garcíahttp://www.blogger.com/profile/03857279944800379457noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-287365902008500270.post-30858857917916296052012-09-01T12:25:00.000-07:002013-12-06T21:17:41.434-08:00La huella de un “cuchibiriachi”<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqL9UwTsz_L81BNrKg9KwZggJKIgD42EITOumWqypO77oZ4PLKtoYQSFYsUJkKPmBnElhvHrRKieUFRo-IpoxT-C2haEqfzUU2LhKmDhF_oFhswM9J3tCt6ezfxoyO3GdiMwFPBcR06ME/s1600/Relatos+33.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqL9UwTsz_L81BNrKg9KwZggJKIgD42EITOumWqypO77oZ4PLKtoYQSFYsUJkKPmBnElhvHrRKieUFRo-IpoxT-C2haEqfzUU2LhKmDhF_oFhswM9J3tCt6ezfxoyO3GdiMwFPBcR06ME/s320/Relatos+33.jpg" height="320" width="178" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 14.0pt;">La huella de un “cuchibiriachi”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><i><u><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Por: Leonardo Reyes Silva<o:p></o:p></span></u></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><a href="mailto:lrsilva@prodigy.net.mx">lrsilva@prodigy.net.mx</a></span><br />
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Llegó a <st1:personname productid="La Paz" w:st="on">La Paz</st1:personname> guiado por la providencia.
Llegó como otros del interior de la república en busca de aventuras, de fortuna
o en el cumplimiento de una comisión del gobierno central. Y en el caso particular
de Ulises Urbano Lassépas, agrimensor de profesión, visitó nuestra ciudad a
mediados del siglo XIX y en 1856 el señor José María Esteva, quien fungía como
Visitador de Rentas en el Territorio, lo propuso como agente del Ministerio de
Fomento, Colonización, Industria y Comercio de <st1:personname productid="la Repblica" w:st="on">la República</st1:personname>, en vista de
los conocimientos especiales que poseía.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Fue una acertada decisión aunque el
gusto le duró poco, ya que a los pocos meses de ejercer el cargo lo dejaron
cesante y tuvo que buscar otra fuente de ingresos. Y la encontró cuando algunos
poseedores de tierras lo contrataron para que los representara ante el gobierno
federal por el peligro de perder sus propiedades. Y es que en 1857, siendo
presidente de la república don Ignacio Comonfort expidió un decreto que en su
artículo 1º decía:</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"> “Las ventas o enajenaciones de las islas o
terrenos baldíos de <st1:personname productid="la Baja California" w:st="on"><st1:personname productid="la Baja" w:st="on">la Baja</st1:personname> California</st1:personname>
que se hubieren hecho desde el año de 1821 hasta el presente, por los jefes
políticos o gobernadores y cualquier otras autoridad civil o militar del
Territorio o Departamento de ambas Californias, son nulas y de ningún valor
mientras no obtengan la ratificación del supremo gobierno.”<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Y lo peor fue que el mismo decreto
fijaba un lapso de seis meses para la revisión de los documentos comprobatorios,
pues de lo contrario pasarían al dominio nacional. Para colmo de sus males, el
gobierno fijó un pago de 300 pesos por cada registro de las propiedades.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Ante tan grave situación, Urbano
Lassépas inició la defensa de sus representados arguyendo que la tierra es un
derecho natural que tienen los habitantes de un país y que por lo tanto sus
derechos de propiedad estaban por encima y a salvo de las autoridades que
pretendían conculcarlos. <o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En sus gestiones ante el gobierno
central presentó copias de un poco más de 200 títulos de propiedad a efecto de
legitimarlos, de acuerdo con el decreto del 10 de marzo de 1857. Como
resultado, los títulos fueron autorizados en 1859 y el mismo Lassépas se
encargó de entregarlos a los dueños. Y lo mejor, no se les cobró los 300 pesos,
sino solamente cincuenta por cada sitio de ganado mayor. <o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Desde luego y gracias a la
intervención de Lassépas el decreto quedó sin efecto en <st1:personname productid="la Baja California" w:st="on"><st1:personname productid="la Baja" w:st="on">la Baja</st1:personname> California</st1:personname> o al menos no
se aplicó en su totalidad. Con ello quedaron a salvo no solamente los 220
títulos registrados sino muchos más que posteriormente fueron reconocidos
legalmente por las autoridades del ramo. <o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En ello fue un elemento de apoyo
importante el libro que publicó Lassépas en 1859 refiriéndose al decreto de
1857. La obra a la que le puso el nombre de “Historia de la colonización de <st1:personname productid="la Baja California" w:st="on"><st1:personname productid="la Baja" w:st="on">la Baja</st1:personname> California</st1:personname> y el Decreto
del 10 de marzo de <st1:metricconverter productid="1857”" w:st="on">1857”</st1:metricconverter>,
contiene los argumentos contra el decreto, sus inconsistencias, la injusticia
contra los poseedores de tierras y las mejores formas de solucionar ese
problema. Pero, además, es un compendio de la historia, la geografía, el
aspecto demográfico y la economía de esta región de México.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En 1860 el jefe político le extendió
el nombramiento de Juez de Deslindes y con esa responsabilidad recorrió toda la
península mensurando los terrenos baldíos y fijando sus límites, a la vez que
entregaba los títulos debidamente registrados a sus propietarios. Con la
decidida intervención de Lassépas se resolvió en parte la inseguridad en la
tenencia de la tierra en <st1:personname productid="la Baja California." w:st="on"><st1:personname productid="la Baja" w:st="on">la Baja</st1:personname> California.</st1:personname><o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><st1:personname productid="la Baja California." w:st="on"><br /></st1:personname></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Esa fue la huella que dejó un
cuchibiriachi que llegó a la ciudad de <st1:personname productid="La Paz" w:st="on">La Paz</st1:personname> en busca de fortuna, No la encontró, pero a
cambio logró que su nombre fuera recordado a través de los años y aún en el
presente, por todo el bien que representó para los habitantes de las
comunidades rurales de nuestra entidad.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Pero hombres como Ulises Urbano
Lassépas no son de un solo lugar. Requerido por el gobierno participó en
diversas dependencias oficiales y fue reconocida su eficiencia por el
presidente Benito Juárez. Y todavía se dio tiempo para ser un gestor permanente
de los problemas de esta región del país.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">El pueblo de Baja California Sur le
debe un reconocimiento a Lassépas. El Ayuntamiento de <st1:personname productid="La Paz" w:st="on">La Paz</st1:personname>, a través de <st1:personname productid="la Comisin" w:st="on">la Comisión</st1:personname> de Nomenclatura,
aprobó en años pasados que una calle del fraccionamiento Santa Fe llevara su
nombre. Pero por causas ignoradas el acuerdo de Cabildo no se ha cumplido.<o:p></o:p></span></div>
Gerardo Ceja Garcíahttp://www.blogger.com/profile/03857279944800379457noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-287365902008500270.post-35615516059094492872012-08-18T13:01:00.001-07:002013-12-06T21:17:07.689-08:00Una loretana enamorada<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisy6C-j40QhD6F44Tg_TEn9cs2zw2H2zUoXiFPMEs5oi5eyMhl02yxaPhlMKHkhkAFdVORuyWtOgSJ2xubnvnvGFbUhAUPsEZTqEM7HMXx48G1dT5MgwCgpBbXAVeYxBluyU-my-rCyWw/s1600/Relatos+32.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisy6C-j40QhD6F44Tg_TEn9cs2zw2H2zUoXiFPMEs5oi5eyMhl02yxaPhlMKHkhkAFdVORuyWtOgSJ2xubnvnvGFbUhAUPsEZTqEM7HMXx48G1dT5MgwCgpBbXAVeYxBluyU-my-rCyWw/s320/Relatos+32.jpg" height="320" width="178" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 14.0pt;">Una loretana enamorada<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><i><u><span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Por: Leonardo Reyes Silva<o:p></o:p></span></u></i></b><br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><a href="mailto:lrsilva@prodigy.net.mx">lrsilva@prodigy.net.mx</a></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Otra cualquiera hubiera pasado desapercibida. Pero ella era
nieta de José Manuel Ruiz que fue gobernador de <st1:personname productid="la Baja California" w:st="on"><st1:personname productid="la Baja" w:st="on">la Baja</st1:personname> California</st1:personname> en los años de <st1:metricconverter productid="1822 a" w:st="on">1822 a</st1:metricconverter> 1825. Y aunque el
idilio sucedió durante la permanencia de los norteamericanos en la península —1847-1848--,
el desenlace que originó fue motivo de controversias durante largo tiempo.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En <st1:personname productid="La Paz" w:st="on">La Paz</st1:personname>
radicaba la familia del señor Jesús Maytorena casado con doña Isabel Ruiz
Trasviña, hija de don José Manuel Ruiz. De ese matrimonio nacieron Manuela y
María Amparo, esta última, según las crónicas, dueña de aguda inteligencia y
singular belleza.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Cuando tuvo lugar la intervención gringa, María Amparo tenía
15 años de edad, pues había nacido en el pueblo de Loreto el 3 de julio de
1832. No se sabe en que año la familia cambió su residencia a <st1:personname productid="La Paz" w:st="on">La Paz</st1:personname>, aunque fueron de las
fundadoras del puerto. De acuerdo a su linaje, de seguro formaban parte de la
clase acomodada de la sociedad paceña.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Lo cierto es que las incipientes relaciones con los
invasores originaron amistades a las cuales no fue ajena la familia Ruiz
Maytorena. Y fue quizá en una de esas reuniones cuando el jefe de las fuerzas
de ocupación, teniente coronel Henry S. Burton, le fue presentada la agraciada
joven, por la que de inmediato sintió una gran atracción.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">La historia no dice si los padres de ella aprobaron el
noviazgo, aunque debemos aclarar que muchas familias paceñas vieron con buenos
ojos la presencia de los norteamericanos en la península. Y es que la novedad de
conocer a personas de otra raza siempre crea atracciones de diversa índole.
Como aquélla del padre que llegó entusiasmado cuando los franceses invadieron
nuestro país:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Con acento de alfeñique<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">y con andaluz jaleo,<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">cuando el triunfo del manteo<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">anunció el traidor repique,<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">entró en casa don Fadrique<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">aumentando la boruca<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">y le dijo a su hija Cuca<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">moviendo alegremente los pies:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">“Ya vino el guerito,<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">me alegro infinito,<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">¡ay, hija, te pido<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">por yerno un francés!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Como haya sido, lo cierto es que cuando las fuerzas
invasoras abandonaron la ciudad en 1848, muchas familias paceñas se fueron con
ellos a fin de radicarse en los Estados Unidos. En ese numeroso grupo iban los
Ruiz Maytorena. Su lugar de refugio fue la ciudad de Monterey, en California.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Por supuesto Burton no dejó ir a su presa. Allá fue más
fácil continuar el romance que culminó en matrimonio en 1849, no sin antes
resolver el obstáculo de las religiones que profesaban: el uno, protestante y
la otra, católica. De su matrimonio nacieron dos hijos, Henry y Nellie Burton.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Cuando murió su esposo, en 1869, después de largos años de
feliz matrimonio, María Amparo dedicó gran parte de su tiempo a escribir sus
recuerdos, tanto de México como de los Estados Unidos. Así, vio publicadas dos
novelas a las que tituló “Who would have tougth it” (Quién lo habría pensado),
en 1872. Después, en 1875, “The squatter and the Don” (El invasor de tierras y
el señor).<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En el 2001, se publicó un libro titulado “Conflicts of
interest” con la correspondencia que María Amparo tuvo con familiares y
amistades, entre ellos José Matías Moreno y Guadalupe Vallejo. Gran parte de su
cartas se refieren a la defensa de unos terrenos en la ciudad de Ensenada, los
que según ella había heredado de su abuelo José Manuel Ruiz.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Las cartas están escritas unas en inglés y otras en español
y ellas dan cuenta de la calidad escritural de esta mujer loretana. Bien lo
dijo una de las editoras del libro: “By all Rights María Amparo Ruiz de Burton
was an extraordinarily talented woman”.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">A 117 años de su muerte —1895— bien merece un
reconocimiento, y que mejor que la reedición en español de su novela más
conocida “The Squatter and the Don”, en la que describe todos los problemas
sobre la tenencia de la tierra propiedad de mexicanos y el acoso de
terratenientes gringos.<o:p></o:p></span></div>
Gerardo Ceja Garcíahttp://www.blogger.com/profile/03857279944800379457noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-287365902008500270.post-1838810198848564892012-08-04T17:34:00.004-07:002013-12-06T21:16:30.022-08:00Bouchard en la Alta California<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgObe1s1ajFTVUvvlxL5VuxMFL0o3ipjAguus0aZluouEdzLehUC9rTV8UsJrt8G87IPFXgz1Rq1iG4ph8F_SLLP3kkwnzOYJbfpZSVSUqmWR3Kw4gYiUAfNAsziQhiZA-4CGURYkgeuxc/s1600/Relatos+31.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgObe1s1ajFTVUvvlxL5VuxMFL0o3ipjAguus0aZluouEdzLehUC9rTV8UsJrt8G87IPFXgz1Rq1iG4ph8F_SLLP3kkwnzOYJbfpZSVSUqmWR3Kw4gYiUAfNAsziQhiZA-4CGURYkgeuxc/s320/Relatos+31.jpg" height="320" width="178" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><b>Bouchard en <st1:personname productid="la Alta California" w:st="on">la Alta California</st1:personname></b><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><i><u><span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Por: Leonardo Reyes Silva<o:p></o:p></span></u></i></b><br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><a href="mailto:lrsilva@prodigy.net.mx">lrsilva@prodigy.net.mx</a></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Por la tarde del 20 de noviembre de 1818 y entre la bruma de
esas horas, un centinela dio aviso que se acercaban dos embarcaciones
desconocidas en la entrada de la bahía de Monterey. De inmediato, don José
Vicente Solá, encargado del presidio, dio las instrucciones necesarias para contrarrestar
un inminente ataque de las naves enemigas.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En efecto, se trataba de las fragatas Argentina y Chacabuco,
naves corsarias al mando de Hipólito Bouchard, un marino argentino autorizado
por el gobierno para perseguir y atacar a los buques españoles donde quiera que
los encontrase. Pero también, llevado de su codicia, se apoderaba de
poblaciones costeras en busca de objetos de valor y de víveres. Y ese fue el
motivo de su arribo a Monterey.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Alertados desde semanas antes de la posible llegada de Bouchard,
los soldados habían preparado la defensa colocando cañones en sitios
estratégicos de la bahía, y cuando una de las fragatas se acercó con la
intención de enviar a tierra a sus hombres, fue recibida con certeros disparos
que la hicieron rendirse. Refiere la historia de ese suceso, que la batería que
causó la rendición del enemigo estaba a cargo de un hermano de Mariano Vallejo
quien años después sería gobernador de <st1:personname productid="la Alta California." w:st="on"><st1:personname productid="LA ALTA" w:st="on">la Alta</st1:personname> California.</st1:personname> <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><st1:personname productid="la Alta California." w:st="on"><br /></st1:personname></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Al día siguiente, se estableció la comunicación con las
autoridades del presidio para pedirles le regresaran el barco con la promesa de
retirarse del lugar. Nomás que el comandante del presidio les exigía una fuerte
recompensa para liberarlo. Y así, en dimes y diretes, pasó todo el día.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Por la noche, Bouchard mandó recoger a los marineros que se
encontraban en el Chacabuco alejándolos del peligro. Por la mañana, en nueve
botes, cuatro de ellos armados con cañones, iniciaron el ataque contra el
fuerte, cuyos defensores no pudieron detener la sorpresiva embestida. Solá
ordenó abandonar el puerto que cayó en manos de los corsarios. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Poco fue lo que encontraron en Monterey, pues con anticipación
todas las cosas de valor, los comestibles y el ganado fueron llevados a otros
lugares. Encontraron el presidio abandonado pues todos sus habitantes habían
huido oportunamente. En venganza, Bouchard mandó incendiar el fuerte, las
casas, el cuartel y la residencia del gobernador. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">El saqueo e incendio de Monterey alarmó a otras poblaciones
del sur de la región. Algunas misiones se cerraron con la consiguiente alarma
de los frailes e indios conversos. Algunos vivales aprovecharon la confusión
para desvalijar esos centros religiosos. Dicen las crónicas que hasta el vino
de consagrar se robaron.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">El 6 de diciembre las dos naves llegaron al presidio de
Santa Bárbara pero no pudieron desembarcar por el bajo calado de la bahía.
Semanas más tarde arribaron a San Juan Capistrano en busca de víveres. Con un
mensajero, Bouchard exigió provisiones a cambio de no atacar la misión, pero el
padre encargado le contestó que no, y que si desembarcaban los iba a recibir
con una provisión pero de metralla y pólvora. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Para las pulgas del corsario, la contestación desató su
furia y por eso ordenó que destruyeran los edificios; y cuando buscaron dinero
o algo de valor no encontraron nada. Lo único fue una cava de vino que tuvo
como resultado una borrachera de todos los asaltantes. Como pudieron partieron
del lugar, no sin antes haber castigado con azotes a los que se tomaron el vino
de la misión.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Al proseguir su viaje costeando la península llegaron a la
isla de Cedros donde descansaron. Aprovecharon el tiempo para carenar las
naves, ir de cacería y matar lobos de mar de los que se comieron las lenguas y
los corazones. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Fue una estancia tranquila, con excepción de la pérdida de
un bote con seis hombres que desertaron una noche.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">A mediados de enero de 1819 zarparon de la isla de Cedros,
pasaron por las islas Tres Marías y continuaron su viaje al sur. Algunas
crónicas dicen que llegaron a los puertos de San Blas y Acapulco, pero no hay
registro oficial de ello. En su recorrido hacia Argentina tuvo varios
encuentros con buques españoles. A su paso por Valparaíso Lord Cochrane, quien
era el almirante de <st1:personname productid="la Armada" w:st="on">la Armada</st1:personname>
de Chile lo arrestó y le formó un consejo de guerra acusándolo de pirata y de
atacar y capturar a buques aliados. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">De la acusación se salvó pero no de la muerte, porque
falleció asesinado por sus propios hombres en 1837. Dice uno de sus biógrafos
que Hipólito Bouchard era “un hombre difícil, controvertido, poco amistoso,
díscolo y pendenciero; poseía sin embargo, un gran valor personal y era un jefe
de enérgica y decidida acción”. En Argentina se le considera un patriota.<o:p></o:p></span></div>
Gerardo Ceja Garcíahttp://www.blogger.com/profile/03857279944800379457noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-287365902008500270.post-13208720738923630472012-07-21T10:54:00.000-07:002013-12-06T21:14:18.607-08:00Corsarios en Baja California II<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYNSabpBpwECe8siHk4OrLEgQeLyKRPDtZ762h9fpJmF_e97goKmtqKnLZGiI_xBOcODZ0lLP1hfgNBu4Lcmo6dOzR0EsoK_W3ByNRNhPqS7HVdDntlnXdAt0IkQt8HA29sEmdocTL4ZU/s1600/Relatos+30.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYNSabpBpwECe8siHk4OrLEgQeLyKRPDtZ762h9fpJmF_e97goKmtqKnLZGiI_xBOcODZ0lLP1hfgNBu4Lcmo6dOzR0EsoK_W3ByNRNhPqS7HVdDntlnXdAt0IkQt8HA29sEmdocTL4ZU/s320/Relatos+30.jpg" height="320" width="178" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 14.0pt;">Corsarios en Baja California<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Segunda parte<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><i><u><span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Por Leonardo Reyes Silva<o:p></o:p></span></u></i></b><br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><a href="mailto:lrsilva@prodigy.net.mx">lrsilva@prodigy.net.mx</a></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Cuando Lord Cochrane decidió enviar a las corbetas
“Independencia” y “Araucano” al golfo de California en busca de naves
españolas, no se imaginó los sucesos que dieron lugar cuando arribaron a las
costas de la península, a principios del año 1822.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Mientras el “Araucano” se dirigía al pueblo de Loreto en
busca de provisiones, sobre todo de carne de res para hacer “charquí”, el
“Independencia” atracó en San José del Cabo gobernado por autoridades españolas
y donde se encontraba la misión jesuita fundada en 1730.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Wilkinson se apoderó del pueblo y tomó prisioneros a don
Antonio Quartara y su ayudante, aunque después, dadas las aclaraciones los dejó
en libertad. Hizo bien, porque Quartara se convirtió en un colaborador de los
chilenos. Les proporcionó ganado y víveres y logró que varios objetos de valor
que habían sido hurtados por los marinos fueran devueltos a sus dueños. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Y todo hubiera permanecido en paz, si no es que Wilkinson
recibió noticias de un barco español que se encontraba en Todos Santos y con el
fin de apoderarse de él envió a un grupo de marineros en su busca. Lo
encontraron, lo inutilizaron para que se hundiera y en vez de regresar optaron
por buscar alimentos en el pueblo. Pero los habitantes del lugar, enterados de
lo que habían hecho, los enfrentaron y mataron a varios de ellos.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Mientras tanto había llegado a San José el padre superior de
las misiones de California, Miguel Gallego, quien de inmediato se dio cuenta de
la situación. Y para evitar represalias por lo sucedido en Todos Santos,
decidió cortar por lo sano y declarar la independencia de California del
gobierno español. Al menos es lo que dice el historiador Carlos López Urrutia
en su libro “Los insurgentes del sur”.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Aunque otros investigadores afirman que fue el comandante de
armas de la jurisdicción del sur, el alférez Fernando de <st1:personname productid="la Toba" w:st="on">la Toba</st1:personname> quien, a principios de
marzo, realizó el juramento de la independencia alarmado por la presencia de
las corbetas de Lord Cochrane. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Siguiendo el relato de López Urrutia, cuando terminó la
ceremonia del acto de independencia, el pueblo josefino invitó al comandante
Wikilson y sus oficiales a un banquete donde se les agasajó “con tal variedad
de platos como jamás se había visto en fiesta alguna. La cocina indígena nunca
se alzó a un grado superior y los guisos, especialmente los de tortuga, jamón y
venado, resultaron excelentes”.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Cuando terminó el agasajo —relata López Urrutia— el
comandante ordenó a uno de los oficiales cuidara de llevar los barriles de agua
al barco, ayudado por varios marineros. Pero el movimiento causó el sobresalto
del padre superior, quien al no entender las órdenes dadas en inglés, creyó era
una emboscada; como pudo subió a su mula y emprendió veloz carrera rumbo a su misión.
<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Vowel, un oficial de la corbeta, refiere que algunos
marineros lo siguieron también a galope tendido y esto “sirvió para aumentar
hasta lo último el terror del pobre fraile con sus hábitos que volaban al
viento, perseguido por los herejes ingleses…”. Poco después, aclarada la
confusión, por intermedio de Quartara, el padre se convenció de su
equivocación. Y así volvió la armonía entre ellos.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Por su lado, “El Araucano” había llegado a Loreto donde
encontró poca resistencia, pues el gobernador José Darío Argüello advertido del
peligro había huido al pueblo de Comondú, llevándose los objetos de valor de la
iglesia. Al frente de la defensa quedó el alférez José María Mata. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">A la tripulación de la corbeta le fue mal. Mientras parte de
ellos se ocupaban en preparar la carne de res y convertirla en “charquí”, los
que se habían quedado a bordo se amotinaron y convertidos en piratas se
dirigieron al sur en busca de presas. La corbeta “Independencia” llegó días
después a Loreto y después de tener conocimiento de lo sucedido, subió a bordo
a los marineros para enfilar rumbo al puerto de Guaymas donde compró cereales y
varias clases de comestibles.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Bien aprovisionado, Wilkinson enfiló también al sur buscando
en su recorrido a los barcos españoles que se habían hecho “ojo de hormiga”.
Por más que los buscó no pudo dar con ellos. En esas condiciones, después de
pasar por Guayaquil, la corbeta llegó a Valparaíso en el mes de junio de 1822.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Así terminó, dice López Urrutia, la primera y única
expedición chilena a las costas de la península californiana. Las relaciones
con los habitantes no fueron cordiales, pero esto se debió a que los
consideraron piratas, cuando en realidad formaban parte de <st1:personname productid="la Escuadra Chilena" w:st="on">la Escuadra Chilena</st1:personname>
al mando de Thomas Cochrane, que luchó en forma sobresaliente por la independencia
de los países de América.<o:p></o:p></span></div>
Gerardo Ceja Garcíahttp://www.blogger.com/profile/03857279944800379457noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-287365902008500270.post-56866275764924432332012-07-07T10:52:00.000-07:002013-12-06T21:13:40.770-08:00Corsarios en Baja California<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjO6CVQLuKsQfFA1dfKshcceTd2nw0B01sapa26u6c82xZHSXf-hW5vSgsIZVfuBAtj6AeBaKAU3M5-cjLaQIZxhrP3wEl6Dy2_eaaYvAfgwo7pzw9my7QCXmncJVf_rf7DR0xOncx6DD4/s1600/Relatos+29+copia.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjO6CVQLuKsQfFA1dfKshcceTd2nw0B01sapa26u6c82xZHSXf-hW5vSgsIZVfuBAtj6AeBaKAU3M5-cjLaQIZxhrP3wEl6Dy2_eaaYvAfgwo7pzw9my7QCXmncJVf_rf7DR0xOncx6DD4/s320/Relatos+29+copia.jpg" height="320" width="178" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Corsarios en Baja California<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><i><u><span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Por Leonardo Reyes Silva<o:p></o:p></span></u></i></b><br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><a href="mailto:lrsilva@prodigy.net.mx">lrsilva@prodigy.net.mx</a></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Primera parte<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En los siglos XVI hasta principios del siglo XIX el dominio
de los mares fue una obsesión para los países europeos, sobre todo de
Inglaterra y España. Con el descubrimiento del continente americano y sus
riquezas, estas dos naciones buscaron beneficiarse y lograr, por cualquier
medio, la hegemonía en el control marítimo de esa amplia zona del mundo.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En esa época España, con sus colonias en América, disfrutaba
de un nivel económico extraordinario gracias a los productos mineros, agrícolas
y de diversa índole que les eran enviados de los virreinatos de <st1:personname productid="la Nueva Espaa" w:st="on">la Nueva España</st1:personname>, del
Perú y del Caribe. Además del intercambio comercial con el oriente, en especial
con Filipinas.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Tratando de disminuir el poder de España, la reina Isabel de
Inglaterra autorizó a personajes importantes para actuar como corsarios tanto en
el océano Atlántico como en el Pacífico. Fue así como John Hawkins, Henry
Morgan, Francis Drake, Thomas Cavendish y Jack Rakhman, en fragatas,
bergantines y corbetas armadas con cañones de diversos calibres, se apoderaron
y destruyeron un gran número de barcos mercantes, apoderándose en muchos casos
de cuantioso botines que fueron a dar a la corona inglesa.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Uno de estos corsarios, Drake, recorrió los litorales de la
península en 1579 y llegó a la altura de lo que hoy es la ciudad de San
Francisco en los Estados Unidos. En ese lugar desembarcó y le puso por nombre
Nueva Albión en honor a su soberana, la reina Isabel. Drake está considerado como
uno de los corsarios más terribles que asolaron los mares y las ciudades de
Nueva España.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Otro más fue Thomas Cavendish quien en 1587 capturó el
galeón “Santa Ana” que hacía la ruta Manila-Acapulco. Lo esperó cerca de Cabo
San Lucas y después de saquearlo lo incendió, no sin antes dejar a los
tripulantes y pasajeros en tierra. Por cierto en él venía Sebastián Vizcaíno,
quien años después le daría el nombre a nuestra ciudad.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Otro corsario que no cantaba mal las rancheras fue Hipólito
Bouchard, un marino argentino que en el año de 1818 se apoderó de los presidios
de Monterey y Santa Bárbara, en <st1:personname productid="la Alta California." w:st="on"><st1:personname productid="la Alta" w:st="on">la Alta</st1:personname>
California.</st1:personname> Pero de este aventurero hablaremos más en otra
ocasión.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">El siglo XIX se distinguió por que en ese periodo se
llevaron a cabo los movimientos de independencia en todas las colonias
españolas, comenzando con México, en 1810. Todavía en los años veinte del
siglo, Perú, Chile, Colombia, Argentina, liderados por patriotas como Bolívar,
San Martín, Sucre y O¨Higgins, defendían su derecho a ser independientes,
libres de la tutela de España.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Y en esos movimientos revolucionarios <st1:personname productid="la Armada" w:st="on">la Armada</st1:personname> de Chile fue una
fuerza que contrarrestó los intentos dominadores de la marina española. Pero
también los corsarios prestaron un gran servicio a la causa de la independencia.
Corsarios fueron los buques <st1:personname productid="La Fortuna" w:st="on"><i>La Fortuna</i></st1:personname><i>, El Chileno, Santiago Bueras </i>y<i> El Catalina</i>. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">La primera escuadra naval que se formó en Chile tuvo como
almirante a un marino inglés de gran reputación que fue en su tiempo miembro
del Parlamento, de nombre Thomas Cochrane y con el título de Lord. Se dice que
cuando lo contrataron para hacerse cargo de la escuadra chilena se hallaba sin
empleo y acusado de fraude en <st1:personname productid="la Bolsa" w:st="on">la
Bolsa</st1:personname> de Valores de Londres.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En el año de 1819 inició su campaña contra los barcos
realistas, bloqueando los puertos donde se encontraban. La historia de Chile
refiere que la toma del puerto de Valdivia, “fue sin duda alguna la acción más
extraordinaria de todas las guerras de la independencia”. Un año después, la
escuadra se apoderó de la ciudad de Lima, en el Perú. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En la contienda apresó varias embarcaciones españolas, pero
dos de ellas, las fragatas “Prueba” y “Venganza” lograron escapar del acoso de
los bergantines chilenos. Cochrane fue informado que se dirigían al norte, por
el rumbo de las costas mexicanas. Fue en su persecución y llegó hasta el puerto
de Acapulco sin lograr dar con ellas. A principios de 1822 dispuso que las
naves “Independencia” y “Araucano” se dirigieran al puerto de San Blas y el
golfo de California en busca de los buques españoles, mientras él lo haría al
sur hasta llegar a las costas de Chile. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Acatando las instrucciones recibidas, el comodoro Wilkinson —a
cargo del “Independencia”— ordenó al
comandante Simpson del “Araucano” se dirigiera a Loreto en busca de
provisiones, mientras que él llegaba al puerto de San José del Cabo. Fue así
como estas dos naves que formaban parte de la escuadra chilena llegaron a la
península de <st1:personname productid="la Baja California." w:st="on"><st1:personname productid="la Baja" w:st="on">la Baja</st1:personname> California.</st1:personname>
<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><st1:personname productid="la Baja California." w:st="on"><br /></st1:personname></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Su estancia en San José y en Loreto será motivo de un relato
próximo. Lo que sí no da lugar a dudas es que esas dos fragatas no eran
corsarias ni mucho menos piratas, y que Lord Cochrane es considerado como un
personaje en la república de Chile, en donde incluso existen monumentos en su
honor.<o:p></o:p></span></div>
Gerardo Ceja Garcíahttp://www.blogger.com/profile/03857279944800379457noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-287365902008500270.post-46580155812120834682012-06-23T18:15:00.000-07:002013-12-06T21:13:04.369-08:00Baja California y la intervención francesa<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpsnnqWouW5IpyxW3uHerZBzT4JZLirUzcskUliAAOswcvfV4gOpp2veM1tzjzg0qH4zuskUwePyLlQ8Ay8DD2vExPV0ml8p90egUlTit3Ggm7Ra5_s-lGOwubJl6pMIO37arHglx01TQ/s1600/Relatos+28.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpsnnqWouW5IpyxW3uHerZBzT4JZLirUzcskUliAAOswcvfV4gOpp2veM1tzjzg0qH4zuskUwePyLlQ8Ay8DD2vExPV0ml8p90egUlTit3Ggm7Ra5_s-lGOwubJl6pMIO37arHglx01TQ/s320/Relatos+28.jpg" height="320" width="178" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Baja California y la intervención
francesa<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><i><u><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Por: Leonardo Reyes Silva<o:p></o:p></span></u></i></b><br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><a href="mailto:lrsilva@prodigy.net.mx">lrsilva@prodigy.net.mx</a></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En nuestro país existe un periodo
histórico conocido como <st1:personname productid="la Intervencin Francesa." w:st="on"><st1:personname productid="LA INTERVENCIᅮN" w:st="on">la Intervención</st1:personname>
Francesa.</st1:personname> Fue en los años de <st1:metricconverter productid="1862 a" w:st="on">1862 a</st1:metricconverter> 1867, cuando apenas
la nación acababa de sortear una guerra civil interna que tuvo por origen el
reconocimiento de <st1:personname productid="la Constitucin" w:st="on">la
Constitución</st1:personname> de 1857. El Lic. Benito Juárez, presidente en
ese entonces de México, tuvo que enfrentarse a la fuerza avasalladora del
ejército francés; y aunque los mexicanos los vencieron en la batalla del 5 de
mayo en Puebla, no pudieron evitar que se apoderaran de la ciudad de México en
el mes de junio de 1863.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Al año siguiente, llegó a nuestro
país Maximiliano de Habsburgo para hacerse cargo del gobierno, quien se hizo
llamar emperador de México. Y mientras tanto, el gobierno juarista se refugiaba
en las poblaciones del norte de la república llevando con él la bandera de la
legalidad. <o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Ese mismo año de 1864, los franceses
se apoderaron de varias ciudades del noroeste del país, entre ellas Mazatlán y
Guaymas. En la primera impusieron autoridades adictas al imperio y de ahí
establecieron contacto con el gobierno de <st1:personname productid="la Baja California" w:st="on"><st1:personname productid="la Baja" w:st="on">la Baja</st1:personname> California</st1:personname> a fin de que
aceptaran someterse al nuevo régimen imperial. Pero no contaban con la actitud
nacionalista de los habitantes de la península.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">La primera invitación para adherirse
al nuevo gobierno, provino del Comisario imperial radicado en la ciudad de
Mazatlán en un comunicado del mes de septiembre de 1865, dirigido al señor
Félix Gibert, jefe político del Departamento de Californias. Un mes después
recibió otra, ahora del general Rafael Espinoza designado por Maximiliano
Visitador Imperial de <st1:personname productid="la Baja California." w:st="on"><st1:personname productid="la Baja" w:st="on">la Baja</st1:personname> California.</st1:personname><o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><st1:personname productid="la Baja California." w:st="on"><br /></st1:personname></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Las dos invitaciones insistían en la
conveniencia de aceptar la dominación extranjera evitando así males mayores
como la invasión de la península. En el último comunicado el general Espinoza
le decía: “<i>el Emperador recibirá con suma
complacencia la noticia de la adhesión libre y espontánea de ese Departamento
al Imperio y de que ella será indudablemente para bien de la península…”<b><o:p></o:p></b></i></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><i><br /></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Pero no contaban con la astucia de
Gibert. Antes de dar respuesta a la petición, pidió la opinión de <st1:personname productid="la Asamblea Legislativa" w:st="on"><st1:personname productid="la Asamblea" w:st="on">la Asamblea</st1:personname> Legislativa</st1:personname>,
del Tribunal Superior de Justicia y de los Ayuntamientos. Unos diputados
estuvieron a favor y otros en contra; el Tribunal opinó que la entidad no tenía
medios para defenderse en caso de una invasión y que ésta sólo traería la ruina
en todos los órdenes. Los Ayuntamientos de Todos Santos, San Antonio y San José
del Cabo no estuvieron de acuerdo en el sometimiento e incluso se estaban
preparando para enfrentarse a los franceses. <o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Así las cosas, <st1:personname productid="la Asamblea Legislativa" w:st="on"><st1:personname productid="la Asamblea" w:st="on">la Asamblea</st1:personname> Legislativa</st1:personname>
acordó someterse al gobierno del imperio, pero con la aclaración de que los
sentimientos de los californios eran republicanos y solamente por las
circunstancias reconocerían la autoridad extranjera. Y cuando parecía inminente
la ocupación francesa, el peligro se alejó.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">A mediados de noviembre de ese año
de 1865, el general Espinoza visitó la ciudad de <st1:personname productid="La Paz" w:st="on">La Paz</st1:personname> para establecer las
negociaciones de la ocupación. El señor Gibert que era su amigo —Espinoza había
sido jefe político de <st1:personname productid="la Baja California" w:st="on"><st1:personname productid="la Baja" w:st="on">la Baja</st1:personname> California</st1:personname>
en los años de <st1:metricconverter productid="1849 a" w:st="on">1849 a</st1:metricconverter>
1853— lo hospedó en su casa y eso fue la causa de que muchos paceños
desconfiaran de él. Y lo peor fue que se recibieron noticias que Clodomiro Cota
con un contingente armado se dirigía a la ciudad para tomar prisioneros a
Gibert y Espinoza, considerándolos traidores a México. <o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">A los dos jefes no les quedó más
remedio que embarcarse rumbo a Mazatlán, mientras que Clodomiro se hacía cargo
de la jefatura política. Como ese acto de rebeldía no estaba contemplado por <st1:personname productid="la Asamblea Legislativa" w:st="on"><st1:personname productid="la Asamblea" w:st="on">la Asamblea</st1:personname> Legislativa</st1:personname>,
dejaron que el pueblo comenzara a prepararse para el caso de una invasión por
parte de las fuerzas francesas. Afortunadamente, como la situación del ejército
extranjero se ponía cada vez más difícil por los constantes triunfos de las
fuerzas mexicanas y la falta de apoyo del emperador Napoleón III, desistieron
de apoderarse de la península bajacaliforniana.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En el mes de octubre de 1866 la
mayor parte del ejército francés regresó a Francia. En México el emperador
Maximiliano quedó solamente protegido por las fuerzas de los generales Miramón,
Mejía y Márquez. Pero no fueron suficientes y en el mes de mayo de 1867 se
rindieron al ejército juarista en la ciudad de Querétaro. Por cierto, uno de
los generales mexicanos que estuvo en el sitio de Querétaro fue Manuel Márquez
de León, un hombre ilustre de Baja California Sur, cuyos restos descansan en <st1:personname productid="la Rotonda" w:st="on">la Rotonda</st1:personname> de la ciudad de <st1:personname productid="La Paz." w:st="on">La Paz.</st1:personname><o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><st1:personname productid="La Paz." w:st="on"><br /></st1:personname></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Con el triunfo de Juárez y el
fusilamiento de Maximiliano, Miramón y Mejía, <st1:personname productid="la Baja California" w:st="on"><st1:personname productid="la Baja" w:st="on">la Baja</st1:personname> California</st1:personname> quedó libre de
la acechanza de una invasión por parte de los franceses. En cuanto a Félix
Gibert acusado de congeniar con el enemigo, tuvo que refugiarse en los Estados
Unidos y fue hasta 1868 cuando el presidente Juárez lo liberó de esas
acusaciones y le permitió regresar a <st1:personname productid="La Paz." w:st="on">La
Paz.</st1:personname><o:p></o:p></span></div>
Gerardo Ceja Garcíahttp://www.blogger.com/profile/03857279944800379457noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-287365902008500270.post-55438317266374163142012-06-10T18:09:00.000-07:002013-12-06T21:12:31.314-08:00Una bandera extranjera en La Paz<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjc84S7abt-LZnk2UsjKTUUwIGPoBi_DTfC51jlntm8bSeLxBEeUrn2vx76ZZiOK8AfHNdfmivMRxg0NX8XBRSSL49-apT2N_7wJwLHsIv6ryrWAUIXmK5sK7Krg0K7TinIh5xMPQcKjiw/s1600/Relatos+27.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjc84S7abt-LZnk2UsjKTUUwIGPoBi_DTfC51jlntm8bSeLxBEeUrn2vx76ZZiOK8AfHNdfmivMRxg0NX8XBRSSL49-apT2N_7wJwLHsIv6ryrWAUIXmK5sK7Krg0K7TinIh5xMPQcKjiw/s320/Relatos+27.jpg" height="320" width="178" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10.0pt;">Una bandera extranjera en La Paz<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><i><u><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10.0pt;">Por Leonardo Reyes Silva<o:p></o:p></span></u></i></b><br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><a href="mailto:lrsilva@prodigy.net.mx">lrsilva@prodigy.net.mx</a></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10.0pt;">En el año de 1847, los ejércitos
norteamericanos invadieron nuestro país, y después de una desesperada defensa
llegaron a la ciudad de México y -el 14 de septiembre- izaron su bandera en el
Palacio Nacional, para ignominia de los traidores y gobernantes que no supieron
estar a la altura de su deber en esos momentos en que peligraba nuestra patria.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10.0pt;">Sin embargo, el pueblo de la capital nunca
estuvo de acuerdo con esa humillación y lo demostró de muchas maneras. A su
paso los invasores recibían insultos, les negaban alimentos, los acosaban con
palos y piedras. Desde las azoteas les lanzaban macetas y todo objeto que los
pudiera dañar. Cuando intentaron comprar víveres en el tianguis al día
siguiente de la ocupación, la gente “armada de guijarros tomó un actitud
resuelta y los lanzó sobre carretones, mulas y carreteros y aún sobre los
lanceros que corrieron a detenerlos…”<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10.0pt;">Tanto fue el daño causado a los soldados
norteamericanos que el general Winfield Scott ordenó que las casas desde donde
los hostigaban fueran demolidas a cañonazos. E impuso una multa de 150 mil
pesos a las autoridades capitalinas “por que el pueblo de la capital hizo armas
en contra de sus soldados…”<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10.0pt;">Pero con el paso de los días, ese odio se fue
olvidando y los capitalinos empezaron a convivir con los invasores, Los ricos
comerciantes y empresarios los agasajaron con banquetes e incluso el arzobispo
de México le ofreció su residencia al general Scott para su comodidad. Después
de diez meses de ocupación, muchos capitalinos hubieran deseado su permanencia.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10.0pt;">Un año antes, en 1846, y por coincidencia el
mismo día en que los norteamericanos izaron la bandera en Palacio Nacional—14
de septiembre—llegó a la ciudad de <st1:personname productid="La Paz" w:st="on">La
Paz</st1:personname> la fragata U.S. CYANE, con su comandante DuPont, en busca
de barcos mexicanos y detenerlos, para impedir el comercio con otros puertos
mexicanos. En total requisó nueve embarcaciones entre bergantines, balandras,
goletas y un pailebot que eran propiedad de comerciantes del puerto.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10.0pt;">Hecho lo anterior, y después que el jefe
político Francisco Palacios Miranda aceptó el bloqueo, DuPont se retiró con
rumbo a Mazatlán, pues en esa región se libraban combates contra los invasores.
Mientras tanto, en la península se organizaban para defenderse de una futura
invasión. Con la representación de los pueblos integraron una Junta Territorial
la cual de inmediato trató de cesar en sus funciones a Palacios Miranda. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10.0pt;">Así las cosas, pasaron varios meses sin que <st1:personname productid="la Baja California" w:st="on"><st1:personname productid="la Baja" w:st="on">la Baja</st1:personname> California</st1:personname> fuera invadida.
Pero en el mes de enero de 1847, el Secretario de Guerra, William L. Marcy,
ordenó formalmente la ocupación de la península. Y fue hasta el 29 de marzo
cuando la fragata Portsmouth llegó a San José del Cabo y sometió a las
autoridades obligándolas a permanecer neutrales. Allí, por primera vez se izó
la bandera norteamericana y se ordenó a la gente someterse al gobierno civil y
militar de los Estados Unidos.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10.0pt;">El 13 de abril llegó el Portsmouth a <st1:personname productid="La Paz" w:st="on">La Paz</st1:personname> al mando del comandante
John Montgomery y de acuerdo con Palacios Miranda se integró una comisión
negociadora para establecer las condiciones de la ocupación. En los acuerdos se
estipuló que los funcionarios y empleados permanecerían en sus puestos; que si
los soldados mexicanos optaban por quedarse sería bajo su palabra de no tomar
las armas contra los norteamericanos; que se regresarían los barcos a sus
dueños para reanudar el comercio con otras ciudades del país. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10.0pt;">Bajo estos acuerdos, el siguiente día, 14 de
abril, las fuerzas de ocupación izaron la bandera de las barras y las estrellas
en el edificio que servía como sede del gobierno mexicano. Una bandera que
siguió ondeando durante los meses que estuvieron apoderados de la ciudad de <st1:personname productid="La Paz. Y" w:st="on"><st1:personname productid="LA PAZ." w:st="on">La
Paz.</st1:personname> Y</st1:personname> al igual que en la capital de la
república para humillación e impotencia de sus habitantes. Pero aquí la
resistencia fue diferente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10.0pt;">En los pueblos del norte, San Ignacio,
Mulegé, Loreto y Comondú se aprestaban fuerzas para la defensa. Lo mismo
sucedía en Todos, San Antonio y San José del Cabo. Fue por eso que los norteamericanos
pidieron refuerzos y el día 20 de julio llegó a <st1:personname productid="La Paz" w:st="on">La Paz</st1:personname> el coronel Henry Burton
quien estaría cargo del gobierno militar y político de la península.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10.0pt;">Pero a pesar de las fuerzas de ocupación, los
bajacalifornianos se rebelaron, primero, en Mulegé, donde derrotaron a los
soldados extranjeros el 2 de octubre, para después dirigirse a <st1:personname productid="La Paz" w:st="on">La Paz</st1:personname> y San José del Cabo a fin
de liberarlas de los invasores. En todo el mes de noviembre y principios de
diciembre, las fuerzas de Manuel Pineda se enfrentaron a los norteamericanos
mientras que Vicente Mejía, José Antonio Mijares y José Matías Moreno lo hacían
en San José del Cabo. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10.0pt;">Y en todo ese tiempo la bandera extraña
seguía ofendiendo la soberanía de esta región de México. Aún cuando el 2 de
febrero de 1848 se había firmado el Tratado de Guadalupe Hidalgo dando fin a
las hostilidades entre México y los Estados Unidos, la bandera gringa no se
arrió, pues los patriotas continuaban la lucha contra el enemigo. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10.0pt;">Fue hasta el mes de abril de 1848 cuando, por
fin, los norteamericanos pudieron acabar con los defensores de nuestro suelo.
Hicieron prisioneros a Manuel Pineda, Mauricio Castro y el padre Gabriel
González, héroes de la resistencia. Y fue hasta el 31 de agosto cuando el
coronel Burton devolvió oficialmente la península de <st1:personname productid="la Baja California" w:st="on"><st1:personname productid="la Baja" w:st="on">la Baja</st1:personname> California</st1:personname> a nuestro país.
<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10.0pt;">Por fin, después de tanta humillación, el 1º
de septiembre la bandera de los Estados Unidos fue arriada de la casa de
gobierno de <st1:personname productid="La Paz" w:st="on">La Paz</st1:personname>,
y de nueva cuenta, frente a todos los habitantes de la ciudad, fue izada la
bandera de México. Días antes en dos buques fueron transportados a la unión
americana cerca de 300 personas que de una o en otra forma habían congeniado
con el enemigo, entre ellas Francisco Palacios Miranda, el padre Ignacio
Ramírez y algunas autoridades que habían servido al gobierno invasor.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10.0pt;">Dice una prestigiada historiadora que “<i>desde la batalla de Mulegé el 2 de octubre
de <st1:metricconverter productid="1847 a" w:st="on">1847 a</st1:metricconverter>
la batalla final de Todos Santos el 2 de abril de 1848 habían pasado seis
meses. Seis meses fueron necesarios para conquistar <st1:personname productid="la Baja California" w:st="on"><st1:personname productid="la Baja" w:st="on">la Baja</st1:personname> California</st1:personname>, una tierra
paupérrima escasamente poblada, pero cuyos habitantes eran fieros guerreros
decididos a permanecer mexicanos”.</i><o:p></o:p></span></div>
Gerardo Ceja Garcíahttp://www.blogger.com/profile/03857279944800379457noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-287365902008500270.post-89433088503403626632012-05-26T18:15:00.000-07:002013-12-06T21:11:55.039-08:00José María Esteva, el veracruzano<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtS8WR5AeJUiv98EeMV7VTnJx22Z8tCfmyMTpuBb9SkZC4OjpFdle1JHhkdBUcPoP_4A0QJ_AAqQEAO2byfaCN4EzBMwL2hDX1aQN-ntzUrOpaxPju1rpFhWQNyLO5bP0ReJhQzgraExY/s1600/Relatos+26.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtS8WR5AeJUiv98EeMV7VTnJx22Z8tCfmyMTpuBb9SkZC4OjpFdle1JHhkdBUcPoP_4A0QJ_AAqQEAO2byfaCN4EzBMwL2hDX1aQN-ntzUrOpaxPju1rpFhWQNyLO5bP0ReJhQzgraExY/s320/Relatos+26.jpg" height="320" width="177" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><b>José María Esteva, el veracruzano</b><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><i><u><span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Por: Leonardo Reyes Silva <o:p></o:p></span></u></i></b><br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><a href="mailto:lrsilva@prodigy.net.mx">lrsilva@prodigy.net.mx</a></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En los años de mayor efervescencia política en nuestro país,
en 1856 llegó a <st1:personname productid="La Paz Jos←" w:st="on"><st1:personname productid="La Paz" w:st="on">La Paz</st1:personname> José</st1:personname>
María Esteva, un funcionario del gobierno central con su nombramiento de
Visitador General de Rentas, con el propósito de supervisar el funcionamiento
de la aduana, principal fuente de ingresos del gobierno territorial.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Dos años antes, el general Antonio López de Santa Ana
gobernaba al país, pero ante su pésima administración, don Juan Álvarez se
levantó en armas proclamando el Plan de Ayutla en el estado de Guerrero, a
resultas del cual Santa Ana tuvo que dejar el poder.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En su lugar quedó como presidente interino el general
Ignacio Comonfort, quien en 1855 convocó a un Congreso Constituyente con el fin
de redactar una nueva constitución. Pese a la oposición de los grupos
conservadores, <st1:personname productid="la Carta Magna" w:st="on"><st1:personname productid="la Carta" w:st="on">la Carta</st1:personname> Magna</st1:personname>
fue promulgada el 5 de febrero de 1857. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Sin embargo, como <st1:personname productid="la Constitucin" w:st="on">la Constitución</st1:personname> afectaba los intereses del clero, el
general Félix Zuloaga expidió el Plan de Tacubaya en el que desconocía el nuevo
código de leyes. Comonfort tuvo que renunciar y eso motivó un enfrentamiento
entre las fuerzas liberales y las conservadoras, dando origen a lo que nuestra
historia conoce como Guerra de Reforma.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Desde luego, cuando llegó Esteva a la península, la
agitación política estaba en todo su apogeo. Unos a favor y otros en contra de
la vigencia de <st1:personname productid="la Constitucin. Y" w:st="on"><st1:personname productid="la Constitucin." w:st="on">la Constitución.</st1:personname> Y</st1:personname>
aunque nuestro personaje era poco conocido, de todas maneras firmó un
manifiesto defendiendo la legalidad, representada en ese entonces por don Juan
Álvarez.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Esa acción le valió para ser tomado en cuenta por el jefe
político José María Blancarte quien lo incluyó en el Consejo de Gobierno, junto
con el teniente coronel Francisco Canto y el señor Santos Ruiz. Este Consejo
gobernó la entidad a la salida de Blancarte. Primero lo hizo Esteva del 7 de
enero al 16 de febrero de 1857, después Canto y posteriormente don Santos hasta
el 20 de mayo de 1858. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Durante los días que duró al frente del gobierno, Esteva
trató de conciliar los intereses entre los grupos en pugna. Para ello, expidió
una proclama la que entre cosas decía: “…<i>que
deberían olvidar esos disgustos, verdaderamente de familia, que trastornando el
orden de las localidades ofrecen embarazos sin número a la marcha del Supremo
Gobierno…”.</i><o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><i><br /></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">En el corto tiempo que José María Esteva vivió en <st1:personname productid="La Paz" w:st="on">La Paz</st1:personname> supo darse cuenta de la
difícil situación por la que atravesaba la pesca de la concha madreperla, y fue
por eso que aprovechando su estancia en el gobierno escribió una “Memoria sobre
la pesca de la perla en Baja California”, documento que normó los criterios de
la explotación de esa riqueza marina. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Con fundamento en esa memoria, el 8 de febrero de 1857
expidió un Decreto en su calidad de jefe interino del gobierno de la península
a efecto de proteger los placeres de concha perla. En diez artículos el
documento señalaba las zonas de pesca, los periodos de explotación y las multas
a que se harían acreedores los armadores que infringieran el decreto. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">El conocimiento que tuvo Esteva de las condiciones sociales,
políticas y económicas de <st1:personname productid="la Baja California" w:st="on"><st1:personname productid="la Baja" w:st="on">la Baja</st1:personname> California</st1:personname>
fue de gran ayuda para sus habitantes. Y más aún por que esta lejana región del
país la dio a conocer por medio de una novela a la que tituló “La campana de <st1:personname productid="la Misin" w:st="on">la Misión</st1:personname>”, cuya temática la
sitúa en el mar de Cortés, el pueblo de Loreto y la misión de San Borjas.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Esa obra escrita después que regresó a su natal Veracruz, la
complementó con otra novela corta llamada “La concha del diablo” que aquí
conocemos como “La leyenda del Mechudo”. Por cierto, fue doña Carmen Boone
Canovas, historiadora xalapeña, quien por primera vez me dio a conocer ese
documento, cuyo original se encuentra en una biblioteca de los Estados Unidos. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">José María Esteva fue un funcionario público de gran
relevancia. Como escritor tiene un lugar especial en las letras mexicanas. Sus
creaciones literarias como la leyenda “La mujer blanca”, sus múltiples poemas
vernáculos incluidos en su obra “Tipos veracruzanos y composiciones varias”
además de “La campana de la misión” lo hicieron merecedor del reconocimiento
nacional.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Independientemente de cualquier punto de vista, es oportuno
que el recuerdo de este personaje y su obra literaria relacionada con nuestra
entidad, sean rescatados y difundidos por todo lo que valen para la cultura
sudcaliforniana.<o:p></o:p></span></div>
Gerardo Ceja Garcíahttp://www.blogger.com/profile/03857279944800379457noreply@blogger.com0