Doña Chonita Canalizo,
de la revolución sudcaliforniana
Era bisnieta de un
presidente de la república. En 1843, el general Valentín Canalizo, oriundo de
Monterrey, Nuevo Léon, asumió la presidencia en sustitución de Antonio López de
Santa Anna, cuando éste se tuvo que retirar temporalmente del cargo. Su
gobierno duró hasta el 4 de junio de ese año y el 21 de septiembre nuevamente
fue nombrado presidente interino por el senado.
La vida pública del
general Canalizo es interesante. En 1821, formando parte del ejército
trigarante, entró con Agustín de Iturbide a la ciudad de México. Fue gobernador
de Oaxaca y en 1847 combatió a las tropas norteamericanas en la región de
Veracruz. En 1850 murió en la ciudad de México.
Un hijo de don
Valentín, el licenciado Antonio Canalizo Danila, llegó a La Paz allá por el año de 1850. Ocupó diversos
cargos públicos entre ellos como diputado en el Congreso de la Unión , secretario de la Jefatura Política ,
secretario de gobierno con el general José María Rangel y en 1864 fue
presidente del ayuntamiento paceño. Estuvo casado con la señora Procopia Valdez
con quien procreo seis hijos: Carlota, Valentín, Josefa, Encarnación, Antonio y
Vicente.
En 1899, Encarnación
contrajo matrimonio con el señor Alejandro Elliot Allinson Suárez, el que por
cierto fue presidente municipal de La
Paz a raíz de la renuncia de Gastón J. Vives en el año de
1912. Los hijos de doña Chonita, como se le conocía cariñosamente, fueron
Alejandro, Lucía y Antonio Allinson Canalizo.
En el año de 1910 su
madre, doña Procopia, le dejó como herencia a su hija Encarnación la casa
ubicada en la calle Playa, hoy conocida como paseo Álvaro Obregón y las
viviendas de la calle Belisario Domínguez, a una cuadra de la avenida 5 de
mayo. Además le dejó los terrenos del predio conocido como “La Enfermería ” con una
extensión aproximada de 900
hectáreas .
La vida de doña
Chonita hubiera transcurrido como la de otras tantas familias de esa época, si
no es por que un acontecimiento que tuvo que ver con el movimiento revolucionario
de 1913 la hizo ser protagonista y con ello ganar el derecho de figurar en la
historia de Baja California Sur. Los hechos sucedieron así:
Por decisión de la Soberana Convención
de Aguascalientes, en 1914 el general brigadier Félix Ortega Aguilar fue
designado como Jefe Político y Militar del Distrito Sur de la Baja California , luego de que
en 1913 acaudillara un movimiento armado en contra del gobierno del usurpador
de Victoriano Huerta, el asesino del presidente Madero.
Ortega no estuvo mucho
tiempo al frente del gobierno, ya que se sublevó una parte de la guarnición y
el 29 de mayo de 1915, por la madrugada, sitiaron la casa donde vivía con su
familia con el fin de hacerlo prisionero. Alertado a tiempo logra huir
embarcándose con rumbo a Santa Rosalía. En cambio su hijo, José María quien era
el oficial de guardia en el cuartel, fue detenido.
Otro militar, el
mayor Eduardo Encinas, ignorante de lo que estaba sucediendo, llegó al cuartel
y al identificarse con la contraseña de
“Viva el general Ortega”, los insurrectos trataron de tomarlo prisionero
por lo que con su pistola abatió a dos de los soldados. En la refriega recibió
un balazo en una de sus piernas por lo que optó por retirarse a como pudo del
lugar.
Dice el periodista
Félix Ortega Romero en su libro “Pervivencias” que cojeando y tirando sangre de
la herida, llegó hasta la casa de doña Chonita en busca de auxilio, dada la
amistad que los unía. Ya dentro de la residencia, el doctor Allinson taponó la
herida y le suministró algunos medicamentos. Mientras tanto, doña Chonita había
mandado a dos de sus mozos para que con una carretilla y palas recogieran las
huellas de sangre dejadas por el mayor
en la calle—eran de tierra—por donde llegó.
Y apenas a tiempo,
por que un piquete de soldados ya cateaban las casas en busca del fugitivo. Al llegar con
doña Chonita le preguntaron si habían visto al mayor, a lo que con toda sangre
fría les contestó que no. De todas maneras se introdujeron en su hogar y
buscaron por todas partes sin encontrarlo. A Encinas lo habían escondido en un
ropero disimulado por una falsa pared.
Comprometida la
familia Allinson Canalizo y conscientes del peligro que corrían si descubrían que habían protegido al fugitivo,
una noche doña Chonita subió al mayor en
una canoa y ella misma auxiliándose de los remos lo llevó hasta el lugar
conocido como La Enfermería
donde siguió oculto. Días después, aliviado un tanto de sus males, un barco lo
trasladó a la ciudad de Mazatlán y de ahí a Sonora donde se incorporó a las
tropas del general Maytorena.
Con esta acción que
pone muy en alto la valentía y entereza de la mujer sudcaliforniana, la familia
de doña Chonita se identificó con los partidarios del general Ortega y fue por
eso que al poco tiempo, cuando su esposo Alejandro formaba parte de la Junta Neutral encargada del
gobierno del Distrito, el capitán Eduardo Burns que fue el instigador de la
revuelta contra Ortega, lo mandó detener junto con el resto de los integrantes
de la Junta.
Poco
depués llegó como jefe político y militar el mayor Urbano Angulo, identificado
con la corriente política de Venustiano Carranza y Álvaro Obregón. Y como tal
se dedicó a acabar con el resto de las fuerzas adictas al general Ortega.
Don Alejandro Elliot
Allinson murió en esta ciudad de La
Paz el año de 1936.
Doña Encarnación Canalizo, la heroína sudcalñiforniana falleció a la edad de 89
años, el 25 de abril de 1954.
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