GUERRERO NEGRO
El nombre de esta población del norte del Estado da mucho de
que hablar. Porque ¿de quién fue la idea de ponerle Guerrero Negro a este lugar
que tiene apenas 56 años de haberse fundado y que tiene como característica su
dependencia de una de las empresas salineras más grandes del mundo?
Dicen las crónicas que en 1954, el norteamericano a cargo de
la Compañía Exportadora
de Sal recién establecida en ese lugar, reunió a los pocos trabajadores para
preguntarles que nombre le pondrían al poblado. Las propuestas fueron tres:
Salinitas, Vizcaíno y Guerrero Negro, decidiéndose por esta última aunque, a
decir verdad, puede que haya habido cierta influencia del empresario en
cuestión.
Y es que todavía muchas personas residentes en el lugar, y
no se diga de las extrañas, no se explican bien a bien por que el nombre de
Guerrero Negro, tan diferente a la toponimia que distingue a la Baja California. Es por eso que
algunos historiadores, entre ellos Miguel Mathes, han investigado el origen de
los vocablos, basándose en documentos de muchos años atrás, sobre todo los que
se refieren a la cacería de ballenas en las costas de América, por el lado del océano
Pacífico.
Allá por 1850, unos barcos balleneros que recorrían los
litorales de la península bajacaliforniana, descubrieron los lugares de cría de
las ballenas grises y a partir de entonces comenzó una explotación
indiscriminada de ese cetáceo. La bahía Sebastián Vizcaíno fue una de las zonas
donde cada temporada —de noviembre a marzo— se cazaban miles de ballenas a tal
grado que en el período de 1856
a 1869 se sacrificaron cerca de 30 mil de estos
animales.
El norteamericano Charles Melville Scammon, en su barco Ocean Bird fue de los capitanes que más
tiempo dedicó a esta industria. En 1858 llegó a la bahía de Sebastián Vizcaíno
y entró a la Laguna Ojo
de Liebre a la que bautizó como Laguna Scammon. Gracias a él y al diario de ese
viaje, se conoció el naufragio de la goleta “Black Warrior” que tuvo
lugar en ese mismo año.
La goleta había llegado en el mes de noviembre y ancló en
uno de los esteros de la laguna en espera de las ballenas, pero en diciembre el
capitán Brown decidió cambiarse de sitio, y fue entonces cuando el fuerte
oleaje arrastró la nave hacia la orilla de la costa rompiéndole la quilla. Los
otros barcos surtos en la laguna acudieron en su auxilio y lograron salvar
parte de los barriles de aceite que guardaba en sus bodegas.
Dicen los pescadores de esa zona, que todavía a finales del
siglo se podían ver los restos de la malograda goleta Black Warrior. Y hubiera
quedado en el olvido si no es que Charles Melville llevado de su espíritu
científico, al dar a conocer las rutas migratorias y los hábitos de las
ballenas grises, hizo alusión de la Laguna
Ojo de Liebre y del fin que había tenido la embarcación.
Desde luego, en 1954, cuando se comenzó a formar el pueblo
de Guerrero Negro, sólo los dueños de la empresa salinera conocían de este
hecho dado que toda esa información estaba en inglés. De haberlo sabido quien
sabe si le hubieran puesto ese nombre, ya que esa goleta y muchos más barcos
procedentes de las islas de Hawai y San Francisco casi acabaron con las
ballenas grises, en su afán de enriquecerse a costa de su carne, de su aceite y
de sus huesos.
Al que sí se recuerda es a Charles Melville por haber
bautizado a la laguna como Scammon y también porque es autor de un libro sobre
los mamíferos marinos de la costa norte-occidental de América del Norte. Y algo
de remordimiento o de falso orgullo debió haber tenido, porque en la historia
ballenera de los Estados Unidos es conocido como “Charles Melville, Ojo de
Liebre”.
Según fuentes oficiales, el lugar tiene la denominación de
Puerto Venustiano Carranza, pero ha imperado el nombre de Guerrero Negro. Y
como la costumbre hace ley, así se le conoce en la actualidad aunque, a decir
verdad, hubiera sido preferible el primero por aquello de nuestra identidad
como mexicanos.
Gerardo, sabes cuándo se le cambió el nombre a Laguna Ojo de Liebre y por qué? De por sí, nuestra historia, de la peninsula, es lentamente borrada conforme se integra al contexto cultural del centro del país, no me parece que se le cambien los nombres a nuestros lugares.
ResponderEliminarSaludos,
PAblo
Estimado Pablo:
ResponderEliminarLe anexo la respuesta que el profesor Reyes Silva me mando con respecto a su pregunta. Gracias por su interés. Saludos
"Que ye sepa la laguna se sigue llamando Ojo de Liebre. En 1858 cuando Charles Melville Scammon llegó a ella le puso el nombre de Laguna Scammon. Despu{es en 1860, otros balleneros le pusieron el nombre de Laguna Boston. Pero en el Atlas topográfico "Baja Explorer" y en los mapas nacionales su nombre es Laguna Ojo de Liebre".
quien tiene selva en su casa
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